¿Es la oferta delictiva un riesgo o un daño?

Jorge Lee Mira

Ultimos publicados:

• ¿Seguridad o gestión de riesgos?

Es interesante descubrir en el texto "Los que viven del delito y los otros", del sociólogo argentino Elías Neumann, un corto párrafo en el que establece que "se puede vivir del delito, por el delito, con el delito, contra el delito y a favor del delito, pero no se puede vivir sin él".

Lo anterior, obviamente, nos lleva a reflexionar que de ser así y tener razón el sociólogo, el delito sería un riesgo puro de origen antrópico, transversal e inherente a nuestro diario vivir y existencia en sociedad. Sin embargo, una vez consumado el delito, cualquiera que éste sea y no importando su envergadura o consecuencias, sufriría la inmediata metamorfosis a daño, que sin lugar a dudas puede dejar huellas tanto físicas, psicológicas, materiales e incluso morales. Es decir, el delito es un riesgo antes de que se materialice y un daño una vez consumado. Lo anterior, teniendo presente las acepciones que nos presenta la RAE que indica que es la culpa del quebrantamiento de la ley o también una acción u omisión, voluntaria o imprudente penada por la ley. De acuerdo a esto, podemos hablar entonces de "Riesgo Delictivo".

Este "Riesgo Delictivo", para que se materialice, debe contemplar a tres componentes, siendo dos de éstos las personas, víctima y victimario, y un tercer actor sería el lugar donde se cometerá el delito, este último es de igual importancia que los anteriores, pues si alguno de éstos tres componentes no coinciden en un mismo momento, no habría ni riesgo de delito, antes de que ocurra, ni daño de delito, una vez ocurrido el hecho.

Estos tres componentes a su vez involucran cada uno de ellos tres variables que, conjugadas entre sí, entregan la probabilidad de ocurrencia del delito.

El victimario debe tener una motivación para cometerlo, una justificación de su actuar y contar con la oportunidad para la comisión del hecho delictivo. La víctima a su vez, debe presentar la vulnerabilidad adecuada, el tiempo de exposición propicio al delito y el atractivo como blanco para el potencial agresor. El lugar donde se podría cometer el hecho delictivo debe cumplir con algunas características favorables al autor y éstas serían, contar con una vigilancia natural reducida en el sector, que no permita su temprana detección, tener Vías de Escape Expeditas para evitar ser atrapado en el acto y proporcionar la percepción al potencial autor del delito de encontrarse en un espacio conocido por él, al cual llamaremos Reforzamiento Territorial Delictivo.

Existe un elemento en toda esta ecuación que juega a favor del victimario que podemos llamar "Información Perfecta", que es nada menos que todo el conocimiento previo que tiene el agresor de su víctima, el lugar y momento del hecho, es decir sabe exactamente cuándo cometerá la acción, dónde la efectuará, las condiciones en que la llevará a cabo, quién o quiénes serán sus víctimas, el botín o logro a obtener en la comisión del hecho y finalmente de acuerdo a esta información que posee, tomará la decisión de cometer o no el acto delictivo. Es un agente racional y maximizador, que evaluará sus costos y beneficios al cometer el delito o hecho gravoso. Si toma la decisión de no llevarlo a cabo, la potencial víctima nunca se habrá enterado ni tomado conocimiento del daño que pudo haber sufrido. Sólo en el momento en que la acción se inicia, tomará conciencia del daño que está enfrentando. Es decir, hay una oferta delictiva (Riesgo Delictivo) que sabemos que existe, pero desconocemos cuando se materializará. La victimización entonces debemos considerarla cómo el producto final de la "Oferta Delictiva".

Ahora bien, si ya hemos establecido que un sujeto como potencial agresor cuenta con "Información Perfecta", entonces podemos indicar que también será libre de elegir entre diversas alternativas (actividades legales o ilegales), que su accionar estará basado en la maximización de su utilidad conforme a las oportunidades posibles que se le presenten y que esta utilidad ya ha sido maximizada y considerada tal acción como rentable. La valorización que el sujeto realiza de costos y beneficios, determinará los beneficios netos derivados del delito, los que comparará con los posibles de obtener en otros delitos o en una actividad legal.

Toda esta valorización le permitirá priorizar por preferencias y determinará su oferta de delitos, es decir la cantidad o número de delitos a cometer, los que aumentarán o disminuirán dependiendo de su análisis respecto de la probabilidad que lo detecten, probabilidad que lo atrapen, probabilidad que lo condenen y finalmente de la probabilidad de cumplimiento de la condena. Lo anterior lo podemos graficar con los delitos perpetrados por menores de edad, que, aunque sean detectados y atrapados, no tendrán condena, ni obviamente la cumplirán, por lo que su número de acciones delictivas tiende a aumentar. Lo anterior es a nivel desagregado, por individuos, lo que a nivel agregado constituiría el Nivel de Delito.

Es habitual escuchar cuando se habla del delito, que se diga que este es multifactorial, esto es así, pero si ya hemos establecido que el nivel de delito es de manera agregada, entonces ¿Cuáles son los factores que inciden en el aumento o disminución del nivel de delitos?

Sin creer en lo más mínimo que los factores que se indicarán a continuación son los únicos que deben ser considerados, si estoy cierto que inciden en gran medida, en que la percepción en nuestro país de que el nivel de delito está en alza, es porque estos factores pueden haber sido analizados de forma independiente y por distintos entes (públicos y privados) por separado, pero no de manera sinérgica, ni cómo componentes estructurantes del fenómeno de la oferta delictiva. El aumento, disminución en la cantidad o calidad (si correspondiese) de cada uno de estos factores, impactará en que el nivel de delito aumente o disminuya.

Los factores a considerar y no de forma excluyente, ni de priorización, serían a saber:

• Medio Ambiente Familiar
• Medio Social Externo
• Nivel de Cesantía
• Nivel de Educación Formal
• Beneficio Esperado del Delito
• Nivel de Vigilancia Policial
• Autoridad Policial
• Eficiencia de Investigación del Delito
• Sistema de Justicia
• Proporcionalidad de las Penas
• Sistema Carcelario
• Sanción Social
• Consumo de Drogas
• Grado Cumplimiento Condena

El desarrollo de los agentes generadores (potenciales delincuentes) de la oferta delictiva, va en directa relación con el espacio que se les concede, a medida que aumenta la "calidad" de la oferta delictiva, también aumenta la familiarización con eventos de menor envergadura, generando una relativización de los delitos y tendiendo a cero la sanción social para los delitos de menor cuantía, los que históricamente han sido calificados como negativos en la interrelación social. La ausencia de sanción social, produce en la oferta delictiva una disposición a realizar acciones más riesgosas, agresivas y continuas.

La inacción o reacción posterior frente a la oferta delictiva, significa que se ha asumido el riesgo de convivir con la pérdida potencial que significa esta o ser claramente una "negligente actitud victimal" como explica tan bien Elías Neuman.