¿Es ser menos hombre orinar sentado?

Vincular la masculinidad con orinar de pie pareciera una ridiculez en estos tiempos actuales, en donde los roles de género se han flexibilizado en muchos ámbitos, pero lamentablemente no es tan así, ya que muchos hombres siguen respondiendo a mandatos inútiles. Es el caso de países como México y Estados Unidos, en donde un poco más del 20% de los hombres declaran sentarse a orinar regularmente(1), a pesar de todos los beneficios que trae en términos sanitarios y para la salud de nosotros, tanto para la higiene como para la propia vejiga y próstata(2).

De ahí que ese porcentaje, el cual seguramente debiera ser similar en otros países de la región, nos muestra a una enorme cantidad de hombres que se niegan a orinar sentados en el baño por parecer menos hombres y más femeninos, aunque cueste creerlo y nos parezca una estupidez completa.

De hecho, el tema como tal sigue siendo llevado a la broma y a la burla hasta el día de hoy, no solo en el ámbito escolar, sino a nivel de adultos entre hombres también, cómo se puede ver en este programa de televisión(3), como si el reconocer que se orina sentado hablaría de la falta de hombría y virilidad de la persona. Por lo mismo, el orinar parado es mucho más que un tema de comodidad o de costumbre como se pensaría desde una mirada más despolitizada, sino más bien tiene relación con reproducir una masculinidad falocéntrica, que se impone entre hombres, como si fuera una prueba de hombría.

En consecuencia, orinar de pie sigue siendo para muchos hombres un marcador de masculinidad, aunque parezca algo tan trivial, ya que simboliza muchos aspectos asociados al cómo debe ser un macho, que van desde la superioridad, la rapidez, el control, el dominio, la virilidad y la negación de lo femenino.

Es decir, la perfomance de orinar de pie de parte de los varones, busca mostrar un cuerpo más funcional que el de las mujeres, así como también una postura corporal que refleje autonomía y confianza, que muestre un hombre que puede valerse por sí mismo y sea capaz de no depender de nadie. Esto en contraste a como se ve el orinar sentado, asociado a la pasividad, al cuidado, a la vulnerabilidad y por tanto a verse afeminado y poco masculino, lo que nos muestra cómo el patriarcado y los estereotipos de género están presentes incluso en situaciones tan cotidianas como en ir al baño.

Dicho esto, por eso es tan importante que desde los distintos espacios de socialización, como las familias, las escuelas y los distintos medios de información, se problematice una masculinidad insostenible y hasta ridícula para estos tiempos, que hasta para orinar ha puesto su marca. Pero también que nosotros los hombres, revisemos nuestras propias experiencias de vida, que nos han llevado a seguir ciertos mandatos que se reproducen en lo cotidiano y que muchas veces pasamos por alto, como si no tuvieran un porqué y que habría que aceptarlo acríticamente.

Para finalizar, a aquellos hombres que lean esto y que siempre han orinado de pie, dense una oportunidad de hacerlo sentado, no sólo como una pequeña y sencilla forma de ir contra un mandato de género absurdo, sino también porque lo va agradecer nuestra salud y nuestro entorno más cercano.

(1) ¿En qué países se sientan los hombres al orinar?
(2) Varios estudios aconsejan a los hombres orinar sentados para cuidar su próstata
(3) Inédito debate en el "Buenos Días a Todos": ¿Los hombres deberían orinar sentado?

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