El 22 de junio de este año, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, siguiendo lo establecido en el programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric, anunció la agenda de industrialización del Minvu con tres medidas concretas: la firma de convenios con industrializadoras para desarrollar desde cero viviendas tipo industrializadas, el desarrollo de pilotos de vivienda industrializada en las regiones de O'Higgins y Biobío, y el concurso de vivienda industrializada en la Región Metropolitana.
El desarrollo de estos convenios nos llevó a presentar durante el mes de octubre en la Feria Edifica tres modelos de viviendas Minvu industrializadas, construidas en tamaño real, en que tanto autoridades como familias pudieron ver la calidad de dichas vivienda; fue tan buena la experiencia que ya varias empresas han anunciado que utilizarán esas viviendas en proyectos habitacionales, como el caso de Arauco, que ocupará 180 viviendas en un proyecto en Constitución, además de otras empresas en otras regiones.
Los pilotos de vivienda industrializada en regiones también avanzan, en diciembre debería empezar la construcción de las viviendas en la Región de O'Higgins y en la Región del Biobío ya se sumó otra empresa para avanzar en otro piloto, además del que está en desarrollo por parte del Serviu.
Respecto al concurso en la Región Metropolitana para construir viviendas en las comunas de Renca y Lo Espejo, a fines de octubre se adjudicó la construcción de 160 a la empresa TecnoFast, que no solo construirá viviendas industrializadas, sino que serán en madera.
Esta agenda de industrialización ha sumado más iniciativas por parte del Minvu, como la compra de un conjunto habitacional compuesto de edificios en madera industrializada en 4 pisos en la comuna de San Pedro de la Paz, además del inicio de la construcción del primer proyecto de vivienda social en altura con sistema industrializado de hormigón en la Región de Atacama.
Si uno tuviera que resumir las ventajas de la vivienda industrializada, lo podría hacer con dos palabras: rápida y buena.
Es rápida, porque hemos visto faenas con hormigón industrializado, en que se hace en 4 meses una partida que generalmente toma 12. En el caso de la madera, hemos visto una reducción de los plazos en 30%.
Y es buena, porque finalmente uno ocupa materiales de mejor calidad que se trabajan en una fábrica que tiene un ambiente controlado y que se puede inspeccionar en planta; sin lugar a duda es más caro, ya que en el caso de la madera se usa madera estructural e impregnada, en el caso de hormigón además del control, se fragua dentro de un horno y sale lista la pieza para instalar. Pero este precio mayor se compensa con un menor tiempo de ejecución y menores pérdida de materiales, por lo que el valor final se netea y llegamos a precio en menor tiempo.
Todo esto ha llevado a que muchas empresas se interesen por el sistema industrializado, lo que es una buena noticia, ya que la producción nacional de vivienda industrializada es de 7.000 al año, por lo que esperamos que, con este aumento de demanda, subamos la producción y podamos tener viviendas sociales para el Plan de Emergencia Habitacional que sean rápidas y buenas.
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