El átomo, el vacío, el arrepentimiento y el perdón
Recientemente fue estrenada la película "Oppenheimer", la cual debo confesar que aún no he visto. Más allá de las luces y lo que deriva Hollywood en sus filmes y la mano de Cristopher Nolan, la temática podría llevar al espectador a pensar en 2 grandes ideas subyacentes al guion y la ficción asociada. La primera tiene relación a cómo se llega a entender el átomo.
Este proceso se debe a un esfuerzo colectivo, como dijeron grandes hombres incluyendo a sir Isaac Newton, "si he visto más, es poniéndome sobre los hombros de gigantes". El entender la mecánica cuántica fue un deambular de ideas, hipótesis y una larga historia que comienza en la antigua Grecia, con el filósofo griego Demócrito de Abdera, quien propuso (460-370 antes de nuestra era) que la materia podía ser dividida hasta llegar a una partícula indivisible que denomino átomo. Posteriormente una serie de contribuciones entre los siglos XIX y XX, que incluyen ente otros a Rutherford, Bohr y Schrödinger, resultan ser claves en el desarrollo del modelo del átomo. Este modelo define que un átomo está compuesto principalmente por vacío, con un centro positivo de protones y neutrones que le otorgan el 99,94 % de su masa, además de los electrones con carga negativa que lo orbitan en regiones definidas de paquetes de energía o cuantos. A su vez, cada una de estas partículas estaría formada por otras partículas con o sin masa, más pequeñas. En contrapunto de lo propuesto por Demócrito, el átomo si es divisible, y esta división es la base de un arma de destrucción masiva.(1,2,3,4 y 5)
La segunda derivada interesante de esta película tiene que ver con el impacto de la ciencia en la vida cotidiana y por consiguiente las consideraciones éticas/morales. De acuerdo a los cronistas, este dilema fue una parte importante en la vida de Oppenheimer, y en su fuero interno con las contradicciones ligadas al genocidio de población civil en Japón. Para que esto pueda ser apreciado en su totalidad, ¿tendríamos una película de Oppenheimer si Japón hubiese ganado la guerra? Aún más, ¿habría sido Oppenheimer, los pilotos del Enola Gay o sin ir más lejos el presidente Truman juzgados por delitos de lesa humanidad?
Peor aún, la pregunta de si esta masacre era necesaria o tuvo al menos una lógica en la mente de Truman, presidente de EE.UU. de ese entonces, existiendo luces de que Japon buscaba mecanismos para rendirse(6). Independiente de esta ficción, el pago final para Oppenheimer fue el descredito y las acusaciones del Macartismo en su casa de brujas anticomunista de los USA de los '50. Si esta situación le parece conocida, algo similar también ocurre en Chile, si observan la historia, los comunistas jamás han masacrado a compatriotas a diferencia de quienes usan el comunismo como un descredito. Siendo irónico, sólo han participado en gobiernos que han tomado medidas atroces como el litro de leche para los infantes chilenos, implementar la educación como un derecho y la modernización de la matriz productiva creando Corfo. ¡Qué atroz!
Posiblemente todos aquellos científicos que trabajaron en el desarrollo del modelo atómico, jamás hubiesen llegado a pensar que la base de su curiosidad llevaría a una masacre. Pero que pasa en la mente de un científico o un político una vez que ocurre la masacre. ¿Qué pasa cuando ya se libera la capacidad de destruir mundos? Varios contemporáneos entendieron la tragedia, el mismo Oppenheimer entendió lo trágico que fue el uso de este armamento, sintió la responsabilidad y dijo a Truman "que tenía las manos manchadas de sangre"(7). Afortunadamente, el arrepentimiento es una condición humana, donde el pedir perdón no exculpa pero humaniza. En nuestro país, al inicio de la vuelta a la democracia, varios colaboradores civiles de la dictadura declararon que no sabían que bajo sus narices ocurrían violaciones de los derechos humanos, dada la propaganda sucia del régimen, incluyendo periodistas de la Dinacos que eran los encargados de la censura en este país(8). Es probable que esto fuese así. Es posible que la contrapropaganda de la dictadura cegara a varios, e incluso por el miedo, algunos miraron hacia el lado. Sin embargo después que caen estas barreras, es inentendible la justificación del dolor infringido a los opositores plasmado en los informe de tortura y desaparición (ver la columna "La evidencia ¡nos hará libres!").
Aprovechando el impulso de Oppenheimer, tenemos que aprender de esta historia y poner como idea que solo la justicia es capaz de cerrar heridas, algo que falta respecto al papel de USA y la bomba atómica, el vencedor escribe la historia como se le ocurre y es deber nuestro rescatar la verdad. El cierre de heridas al menos desde las atrocidades nazis se ha tratado, como ocurrió en los Juicos de Nüremberg en 1945, donde los jerarcas nazis fueron enjuiciados. La Alemania reciente nos da lecciones de que la verdad y la justicia son la base para avanzar, como lo ocurrido en el año 2021, cuando un tierno ancianito de más de 100 años, Josef Schütz, fue juzgado y condenado a prisión por su complicidad en el asesinato de 3.518 prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen. Josef falleció el 2023 cuando sus abogados presentaban recursos para evitar que fuera a la cárcel y no como en nuestro país donde personeros de la ultra buscan vía constitucionalmente liberar a estos genocidas(9,10).
Nuestra sociedad requiere de la ciencia y de la justicia, la ciencia para que el avance sea desarrollado y la justicia para evitar que se vuelvan a cometer atrocidades. También requerimos políticos con un mínimo de empatía, porque decencia en ocasiones es mucho pedir.
Finalmente, parte de la historia mencionada se representa en la columna "A propósito de Oppenheimer".
(1) ¿Qué es la teoría cuántica?
(2) La ciencia detrás del mundo cuántico de Ant-Man
(3) Historia del Átomo
(4) Historia del átomo y la radiactividad
(5) La partícula que puede provocar una revolución en la física
(6) ¿Era necesario lanzar la bomba atómica contra Hiroshima?
(7) Robert Oppenheimer
(8) División de Comunicación Social
(9) Luis Silva defiende enmienda para liberar a presos mayores de 75 años: "A pesar de cometer un delito, todos merecen una mirada humanitaria"
(10) Muere a los 102 años el nazi de más edad condenado por crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial
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