Este planeta es azul, como el mar azul

Mayo se conoce como el mes del mar en nuestro país, una instancia para reflexionar sobre la importancia del mar para nuestro país, pero también, de modo más general, sobre la importancia del agua para nuestra vida, en general.

Porque, como dice el dicho, el agua es vida. Y además, al menos sobre la superficie terrestre, abundante. Una ironía que nuestro planeta, que llamamos Tierra, en realidad está mayormente cubierto por agua. Razón por la cual Yuri Gagarin, la primera persona que pudo ver nuestro planeta desde fuera, reportara en 1961 que "la Tierra es azul", imagen recogida ocho años después por David Bowie para su tema "Space Oddity".

Pero lo que parece ser una "rareza especial" es justamente esa agua, y su conexión con nuestra existencia. Desde luego, sabemos que el agua nos calma la sed, nos limpia, nos refresca, entonces es natural asociarla a la vida. Pero además, el agua tiene varias propiedades tan especiales, una verdadera rareza cósmica, que nos hace pensar si acaso es tan casual que el nuestro sea el único lugar donde hay vida.

Una de esas propiedades es su dificultad para cambiar de temperatura. Si le entregamos energía (por ejemplo, poniendo una olla con agua al fuego), sabemos que se calentará. Pero el agua, comparada con muchos otros materiales que encontramos a nuestro alrededor, necesita bastante más energía para aumentar su temperatura. A la inversa, si le quitamos energía (por ejemplo, dejándola a la intemperie durante la noche), necesitará liberar bastante más que otros materiales para disminuir su temperatura.

Esta característica la podemos describir con una cantidad física llamada calor específico. Lo que estamos diciendo, entonces, es que el calor específico del agua es muy alto. Esto tiene gran importancia para nuestro planeta, porque convierte al agua en un elemento ideal para moderar el clima. En efecto, cerca de la costa, los cambios de temperatura durante el día y la noche, o a lo largo del año, son usualmente más moderados que en las zonas interiores. Eso también es cierto para nuestro planeta como un todo: el agua permite, gracias a su gran calor específico, que la temperatura de la Tierra se mantenga bastante estable.

Entonces, si imaginamos que la vida quiere comenzar a aparecer en un planeta, al principio esa vida seguramente sería muy frágil, y no resistiría cambios abruptos desde el calor al frío intenso y viceversa. Pero la Tierra, con sus temperaturas más o menos constantes en promedio gracias al agua, resulta ideal para que la vida tenga más tiempo para establecerse y volverse más resistente.

Pero hay más propiedades extrañas. Usualmente los materiales se expanden cuando se calientan, y se contraen al enfriarse. Al agua también le pasa eso... usualmente. Pero cuando está cerca de su punto de solidificación, actúa exactamente al revés: entre 0 y 4 grados Celsius, aproximadamente, el agua se expande al enfriarse. Un fenómeno tan extraño que se conoce como "anomalía del agua", y que hace que el agua congelada sea menos densa que siendo líquida y por lo tanto... el hielo flota.

Ahora pensemos en un lago, con seres microscópicos, algas, peces, etc. Una glaciación azota al planeta, las aguas se congelan... pero como el hielo flota, queda una capa de hielo en la superficie, mientras abajo el agua sigue siendo líquida, creando una barrera de protección natural para que la vida no deje de progresar en las profundidades. Así, tuvo una oportunidad de sobrevivir en nuestro planeta, a pesar de períodos glaciales que cubrieron casi toda su superficie de hielo.

Desde 1992, cuando se confirmó el descubrimiento del primer planeta fuera de nuestra vecindad, a más de 2.000 años luz de distancia, se han detectado más de 5.000 exoplanetas, y es natural preguntarse si podría haber vida en alguno de ellos. Un criterio que se ha desarrollado es el de "zona de habitabilidad" en torno a una estrella, que es donde el agua podría mantenerse en fase líquida. Un planeta que está más cerca de su estrella que la zona habitable, terminaría con su agua evaporada; más lejos que la zona habitable, y su agua estaría congelada. Es un criterio que parece razonable para decidir si un planeta es candidato o no a tener vida.

Por cierto, todo esto parece estar basado en un prejuicio, el de asociar existencia de agua líquida a vida, porque el único lugar donde estamos seguros de que hay vida, es también el único lugar donde estamos seguros de que hay agua líquida abundante y estable sobre su superficie. Pero, considerando que el agua, esa sustancia tan usual, tiene propiedades tan inusuales, como su alto calor específico y su anomalía térmica, que han favorecido la evolución de las especies en la Tierra, no queda sino admitir que, si uno fuese a invertir tiempo y recursos en buscar vida en otros planetas, sin duda uno comenzaría por los lugares donde hay agua líquida.

Pareciera que sí, el agua es vida.

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