Desde marzo, junto con un grupo de voluntarias y dirigentes sociales de la comuna de Independencia, hemos estado en la tarea de facilitar la actualización del Registro Social de Hogares (RSH), de modo que refleje, lo más fiel posible la realidad de una familia. En tiempos de pandemia, labor realizada de manera remota, para poder acceder a los anuncios de bonos y beneficios sociales, de forma de paliar la cruda realidad de la crisis económica
El RSH, heredera de la Ficha CAS y Protección Social, es un instrumento que evalúa socialmente a los grupos familiares, para saber en qué tramo de vulnerabilidad se encuentran, con el fin de focalizar las políticas públicas, e ir en ayuda en la emergencia actual. De esta manera debe poder reflejar las actuales cotingencias de una familia: cesantía, falta de ingresos formales o informales, cambio en la composición familiar, discapacidades, entre otras.
Hoy, en un tiempo muy breve, la realidad ha cambiado drásticamente, y existe no solo una necesidad urgente sino también dramática de actualizar esos datos. Pero la desazón para muchos de los afectados, es que el RSH ha representado un importante escollo para ello. Veamos
La responsabilidad de la actualización, es decir tener su registro social al día, recae en las propias familias. Labor para lo cual el Estado, en primera instancia, se desentiende. Esto supone como condición previa, acceso a Internet y conectividad, o que en este tiempo no se haya suspendido el servicio. Según cifras de Subtel, un 15% de las familias no tiene cobertura. Lo que puede ser poco en términos absolutos, pero mucho a la hora de llegar a los sectores más vulnerables, que son justamente a los que apunta los esfuerzos de focalización de emergencia, resultando un evidente contrasentido.
Para realizar la actualización, no solo se debe dar información, sino firmar una declaración jurada. No siendo suficiente, se debe demostrar lo que se señala, y para eso debe incorporar algunos documentos.
Para esto debe tener escaneado o copia de certificados o escrituras, que debe adjuntar. Un estudio de la OCDE del 2019 indicó que el 42% de los chilenos carece de las herramientas básicas para la economía digital. No resulta difícil señalar que esto se acrecienta justamente en los sectores que ahora necesitan urgente ayuda.
Si se logra actualizar el RSH, esta información llega al departamento de estratificación social del municipio correspondiente, donde es evaluada por las profesionales. Si en tiempos normales, a modo de ejemplo, estas solicitudes eran 30 semanales, hoy son 500 diarias.
Como en todo, los funcionarios municipales, están colapsados y estresados, con turnos éticos, cuarentenas obligatorias, entregando cajas de alimentos, etc. Por lo que la capacidad humana y profesional está seriamente reducida. Pero si aún así, vencidos estos escollos, se logra la evaluación por la oficina de estratificación municipal, el RSH se va al ministerio de Desarrollo Social, en donde vuelve a ser evaluado para la ponderación final.
A propósito del reciente acuerdo para el nuevo monto para el IFE, no existe claridad respecto de cuándo es la información de corte para la calificación. Justamente en periodos donde la vulnerabilidad empieza a hacerse más presente en muchos hogares.
Existen también algunas denuncias respectos de familias y personas, que señalan que sus porcentajes de vulnerabilidad han sido alterados en forma unilateral, y que no se corresponde con su realidad actual.
Según información oficial un porcentaje importante de bonos COVID aún no son cobrados. ¿Es plausible pensar que no lo necesiten? Por supuesto que no. Si el Gobierno y sus instituciones tienen la información al detalle de los hogares y sus integrantes, ¿se han contactado y avisado de esta situación?
Informando que hay recursos y ayudas de emergencias que se encuentran apozados. Me temo que no.
Si los responsables tienen datos precisos de la situación social de las familias e integrantes, la asignación podría ser mucho más expedita y urgente, tal como imperiosamente se necesita. Es decir en forma automática. Sin necesidad de postulaciones.
¿Cuál es el sentido de postular, en situaciónes que al Estado le consta su vulnerabilidad? ¿Ahorrar recursos? De esta manera además se podrían liberar importantes medios profesionales para resolver y dirimir casos específicos, como aquellos en los cuales su situación ha variado, y que no constan aún para los registros. Es decir susceptibles de actualización.
De no enfrentar esta situación, en tiempos de dramática emergencia, el RSH puede terminar en una traba a veces imposible de eludir, que limita el acceso justo a un derecho social y una ayuda que se necesita con urgencia prontitud.
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