Otra vez aterrizamos de bruces ante la desgraciada realidad nacional que aporrea de tanto en tanto a las orquestas regionales. Esta vez es el turno de la orquesta clásica del Maule que se ve enfrentada a la institucionalidad cultural a saber por el no pago de sus honorarios, situación que salió a la luz luego que el pasado fin de semana y antes de comenzar el concierto programado, integrantes de la orquesta extendieron lienzos en el escenario y dirigieron un discurso.
Denunciando el no pago de sus remuneraciones, la poca estabilidad y precariedad laboral, y de paso apuntando al señor Juan José Valdés, Secretario Ejecutivo de la Corporación Amigos del Teatro Regional de Talca, por no haberse dignado a reunirse con la orquesta para explicar y/o encontrar soluciones.
Para quienes no saben, algunas orquestas regionales reciben un aporte financiero por parte del ahora ministerio de Cultura. El programa, creado ya hace varios años para apoyar la gestión y profesionalización de orquestas regionales distintas a la Metropolitana, alberga a varias orquestas regionales entre las que se cuenta la Orquesta Clásica del Maule.
Si bien es cierto que el apoyo financiero brindado es bastante exiguo comparado con los grandes aportes estatales que reciben las dos principales orquestas capitalinas, no es menos cierto que ese presupuesto es vital para mantener con vida a las orquestas que lo reciben.
Este dinero se entrega anualmente como complemento al presupuesto que las instituciones que albergan a las orquestas aseguran ya tener, y así lo deben declarar ante el ministerio de Cultura. El Ministerio revisa también anualmente la gestión de los recursos, los que deben ser respaldados detalladamente.
Entonces empiezan a llover las preguntas, de las cuales sobre algunas haré una pequeña reflexión.
¿Por qué no se ha contratado a los músicos de la orquesta del Maule?
Se entiende que cada orquesta tiene una planta estable y contratada de músicos. Se considera esporádicamente el pago de honorarios para músicos que no son de planta pero que algunas veces son requeridos por la envergadura de las obras a interpretar. Pero como planteo, el uso de honorarios como forma de pago es de excepcionalidad, por lo que no es entendible que no haya una base estable y con contrato de trabajo.
¿Por qué no se han pagado los sueldos?
Como escribí más arriba, los dineros del ministerio de Cultura se entregan como complemento al presupuesto ya asegurado. Es así entonces que la institución que alberga a la orquesta, en este caso el Teatro Regional del Maule, debe demostrar que cuenta con los recursos para el funcionamiento de la orquesta. Entonces, si los dineros existen y así se ha demostrado, no es explicable que no se hayan pagado los sueldos, aun cuando estos sean por prestación de servicios, es decir honorarios.
¿Por qué el Señor Valdés no se ha reunido con la orquesta?
Si bien esto escapa a lo referido a los dineros, se espera que la autoridad encargada tenga al menos la consideración de reunirse con sus trabajadores.
No se trata de dos o tres personas reclamando, sino de la orquesta como institución. Esto es totalmente inentendible aun siendo un espectador ajeno al conflicto.
¿Serán tan atrevidos y desconsiderados los músicos que ante la primera dificultad hacen una manifestación sobre el escenario y justo antes de comenzar el concierto?
Sé de las dificultades que atravesamos los músicos en los campos laborales chilenos. Pero también sé de su aguante, su consideración y paciencia.
Por esto, creo adivinar que han elegido manifestarse sobre el escenario, reaccionando a una secuencia de hechos que les sobrepasan y por lo tanto los sacan de su actividad profesional para dar paso a cosas tan elementales como son el sustento y el respeto que se merecen, no sólo por ser personas sino también por ser profesionales calificados.
La Orquesta Clásica del Maule así como todas las orquestas regionales que reciben el aporte monetario del Estado están obligadas por convenio a interpretar al menos un 25% de música de compositores nacionales, por lo mismo entonces llamo al representante de los compositores y especialmente al representante de los intérpretes de música docta del Consejo de Fomento de la Música Nacional a interiorizarse del conflicto y mediar para que esta situación sea solucionada a la brevedad.
Ellos deben exigir la intervención del ministerio de Cultura, para que se pronuncie y se haga parte de la situación, pues es su deber ya que los dineros emanados de su repartición deben estar disponibles para lo que fueron entregados y deben ser bien manejados por quienes los administran.
Y por sobre todo, el Ministerio tiene el deber moral de garantizar que los derechos de los músicos profesionales que son remunerados con fondos estatales no sean vulnerados y que por lo mismo entonces, reciban el trato justo tanto humano como profesional que se merecen.
Entre paréntesis, sería bueno conocer las acciones que el director titular de la orquesta ha llevado a cabo para dar solución al problema.
Finalmente y tal como manifiesta la Orquesta Clásica del Maule en su declaración pública, una orquesta no es sólo un montón de gente tocando instrumentos musicales, es un patrimonio de la sociedad, un cuerpo profesional integrado por personas que han dedicado más años que un médico al estudio de la música y que con su trabajo brindan alegría y goce musical y espiritual a la comunidad, con todos los beneficios intangibles que esto supone.
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