Daniela Seguel revive al olvidado tenis femenino

La victoria de nuestra primera raqueta Daniela Seguel (297 WTA), sobre la gala Virginie Razzano (92 WTA) por 6-7 6-3 y 7-6 en el Campeonato ITF de Poitiers, Francia, con bolsa de 100 mil dólares, ha puesto en la noticia deportiva al tenis femenino, por tantos años olvidado, pese a ser la disciplina que nos entregó en 1937 con Anita Lizana uno de los primeros grandes logros internacionales, triunfo aun no emulado ni por otra mujer ni por otro varón en mas de 75 años.

Pese a haber caído este jueves en segunda ronda de esta competencia, con la alemana Annika Beck (48 WTA), la campaña de la tenista de San Miguel, Daniela Seguel Carvajal, nacida el 15 de noviembre de 1992, hace que los seguidores del deporte se preocupen por esta disciplina por tantos años olvidada en las páginas y espacios principales de nuestros medios de Comunicación.

Su excelente victoria en primera ronda sobre la tenista francesa ubicada entre las 100 primeras, hace que nos tengamos que remontar a 36 años para encontrar una victoria similar.

Pero para escribir y comentar de tenis femenino actual, encabezado por Daniela, previamente debemos necesariamente que partir señalando que el 11 de septiembre de 1937 el deporte chileno consiguió su éxito mas importante hasta entonces en la era moderna cuando Anita Lizana, nacida y criada en las canchas del Club Mundial de Quinta Normal, junto a la actual Avenida Portales, en su tercera incursión en Norteamérica ganó el Campeonato de Tenis de Estados Unidos.

La popular “ratita”, como era conocida en el ambiente tenístico, derrotó en la final sobre el césped de Forest Hills, en Nueva York, a la jugadora polaca Jadwiga Jedrzejowska 6-4 y 6-2, convirtiéndose en ese momento, según la prensa especializada, como lo señaló entonces, entre otros, Wallis Myers del Daily Telegraph, en la jugadora número uno del mundo.

Luego de Anita Lizana, que además de ganar en Estados Unidos, fue 3 veces cuarta finalista en Wimbledon, ubicándose entre las 8 mejores en el pasto inglés, y que luego abandonó la disciplina al casarse con un noble escocés, hubo otras jugadoras que internacionalmente destacaron antes que se creara la WTA, organización profesional del tenis femenino, similar a la ATP en los varones.

Carmen Ibarra en los años 50 tuvo destacada actuación a nivel sudamericano. Como sólo algunos varones tenían recursos para viajar a Europa o Estados Unidos, las mujeres jugaban en el subcontinente.Carmen además de ser campeona nacional, fue la figura de la Copa Osorio de 1957, campeonato Sudamericano.

Con María Tort, esposa de Luis Ayala, venció 5 a 0 a Paraguay, 3 a 2 a Argentina y en la final 3 a 2 a Brasil, conquistando Carmen el punto decisivo, superando a la brasileña María Esther Bueno, que luego ganaría nada menos que Wimbledon.

Dos años después vino a Chile otra gran estrella la estadounidense Althea Gibson, a la sazón número 1 del planeta, ganadora de Wimbledon y Forest Hills. La estrella negra del tenis y mejor jugadora del mundo efectuó varias exhibiciones en el país y contó como “partner” para dichos encuentros con Carmen Ibarra, la única tenista que podía jugar en su nivel.

Leyla Musalem fue la otra figura destacada antes de la WTA. Ella en los años 70 fue campeona nacional indiscutible también con logros a nivel de campeonatos sudamericanos.

Además de ser representante de Chile en las versiones 1977 y 78 de la Copa Federación equivalente a la Copa Davis en mujeres, estuvo en los Juegos Panamericanos de México de 1975, obteniendo una de las 2 preseas que consiguió nuestra delegación. Ella alcanzó la medalla de bronce en los individuales.

Silvana Urroz, de familia de deportistas, hija del ex futbolista Francisco Urroz y prematuramente fallecida por un cáncer, que se ubicó en su mejor momento en el lugar 117 de la WTA, y pilar en la Fed Cup donde Chile avanzó a segunda vuelta, fue la anterior jugadora chilena que hace 36 años, en 1977, superó en la primera ronda del Campeonato de Francia en Roland Garros a una jugadora “top cien”, la británica Glynis Cole cayendo con la australiana Pam Whytcross en la segunda ronda.

En 1982,Germaine Ohaco, que si bien tuvo el 162 como su mejor ranking, es la última jugadora chilena que logró ingresar al cuadro de un Campeonato del Grand Slam, concretamente el Abierto de Estados Unidos que a partir de ese 1980 se comenzó a jugar en el cemento de Flushing Meadows, donde accedió ganando la ronda de clasificacióny perdiendo luego con Elise Burgis.

En los años 90 hubo 4 jugadoras que hicieron noticia. Paula Cabezas que fue 212 y medalla de plata en Winnipeg con Bárbara Castro que fue 340, Macarena Miranda “top ten” a nivel juvenil y finalista del Orange Bowl, que se ubicó 325 y Paulina Sepúlveda que jugó en el cuadro principal de la Copa Federación y defendió a Chile en la Juegos Olímpicos de Barcelona, que llegó a ser 346.

Después de ellas, a partir del año 2000 irrumpió un grupo de nuevas figuras encabezadas por Andrea Koch que encabezó el ranking nacional hasta el año 2012, donde se ubicó 224 siendo elegida la mejor deportista del tenis. Tras ella venía una generación nacida en 1992 integrada por Fernanda Brito que fue 315, Cecilia Costa que fue 367, Camila Silva y Daniela Seguel.

La número 1 Daniela Seguel, como juvenil también fue número 1 indiscutible el 2008.En la gira COSAT ganó Guayaquil, Lima, Santiago y Asunción. Clasificó 1ª en la gira a Europa jugando juveniles en Italia y Francia. Fue figura del equipo que ganó en el Sudamericano sobre Bolivia, Uruguay, Venezuela, Argentina y Paraguay clasificando al Mundial Sub 16 Aguas Calientes, México.El 2009 integró el equipo que jugó la Zona Americana 1 de la Fed Cup donde Chile se mantuvo en la Zona.

El 2012 en marzo en Rancagua ganó su primer título profesional en el club Los Lirios de la ciudad superando a la argentina Carolina Zeballos.Ganó el Futuro 1 de Argentina venciendo a la peruana Patricia Ku. Ganó el Futuro 2 de la Villa del Daire en Argentina a la local Victoria Bosio.Y ganó su cuarto Futuro en Curacaví, Chile, en el club Atessal volviendo a vencer a la argentina Carolina Zeballos.

Este 2013 Daniela Seguel ha tenido un gran avance. Llegó a la final del ITF de Perigueux.Hace un par de meses, aprovechando el viaje a Bélgica de su técnico Juan Pablo Abarca, se trasladó hasta allá para trabajar en la Academia de Justine Henin, ex jugadora número uno del mundo.

Vemos que esta permanencia comenzó a dar sus frutos.Este lunes comienza a jugar el ITF de Nantes, en Francia, por 50 mil dólares.

Recibió aportes de Leonardo Farkas y su entrenador le está buscando otro posible auspiciador y quiere subir su ranking para jugar el Abierto de Australia.

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