En los últimos días hemos sido testigos de dos femicidios inaceptables, que han remecido profundamente a nuestra sociedad. El repudio del pueblo argentino a la violación y asesinato de Lucía Pérez, adolescente de 16 años de Mar del Plata, cuya resonancia cruzó la Cordillera de Los Andes, sumado al horror por el violento homicidio de Florencia Aguirre en Coyhaique, con tan sólo 10 años de edad. Dos jóvenes que a su temprana edad perdieron la vida por la violencia de género.
Ambos hechos han vuelto a instalar en el debate público este mal, que año tras año cobra decenas y decenas de víctimas en nuestro país. Pero también han despertado la conciencia de innumerables ciudadanas y ciudadanos, quienes han viralizado la campaña #NiUnaMenos como respuesta a estos terribles femicidios, a la par que hoy presenciaremos un hecho positivamente singular: miles de personas marcharán simultáneamente en Chile y Argentina en contra del femicidio y la violencia de género.
Lo principal de este movimiento es que permite instalar la temática de manera transversal, con tal de generar conciencia a toda la población de los abusos que sufren día a día las mujeres. Esto es fundamental, ya que si bien la problemática responde a una cuestión de género, no puede ser reducida sólo al género femenino. Los hombres deben ejercer también un rol protagónico, rechazando de plano toda práctica machista que menoscabe o violente a la mujer.
En ese sentido, caben también prácticas cotidianas como el acoso sexual callejero. En un estudio realizado en 2015 por el Instituto Nacional de la Juventud, con la colaboración del Observatorio Contra el Acoso Callejero, el 68% de las jóvenes encuestadas aseguró haber sufrido situaciones en que una persona desconocida dirigió palabras o realizó actos de connotación sexual en un lugar público. Esta cifra alerta que la violencia hacia la mujer expresada en el acoso sexual callejero es bastante común, lo cual llama a tomar medidas concretas, como el Proyecto de Ley de Respeto Callejero, ingresado el año pasado al Congreso.
Pero también debemos preocuparnos de la violencia que se genera en las relaciones de pareja, y que no necesariamente se circunscribe sólo al interior de los matrimonios o parejas adultas. Según la VII Encuesta Nacional de la Juventud (2012), el 18% de las mujeres jóvenes manifestó haber vivido una situación de violencia física, sicológica o sexual en su relación de pareja actual, cifra que se mantiene relativamente constante al comparar entre niveles socioeconómicos. Es decir, la violencia en el pololeo juvenil es una problemática transversal en nuestro país.
Por ello, es trascendental que el movimiento #NiUnaMenos visibilice la problemática de la violencia de género en el debate público. Pero es fundamental dar el salto y asumir como responsabilidad de todos acabar con los abusos hacia las mujeres. Como manifestó la Presidenta Michelle Bachelet, por Florencia, por Lucía, por todas las mujeres, hoy más que nunca digamos con fuerza #NiUnaMenos.
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