Este 25 de noviembre, y cada 25 de noviembre, desde hace varias décadas, nos hemos convocado, no sólo en Chile sino en el mundo, para visibilizar las diversas formas y caras que adquiere la violencia hacia las mujeres.
Niñas, adolescentes, jóvenes, adultas, mujeres grandes, todas sólo por su condición de género, y producto de una sociedad que naturalizó y reprodujo relaciones sociales desiguales de poder entre hombres y mujeres, han experimentado el dolor y sufrimiento de la violencia, con grandes consecuencias sociales. Su expresión más extrema, el femicidio, la muerte por razones de género. “La maté porque era mía”, versó alguna vez un titular, expresando que lo que hay detrás es posesión y control.
Gritos, maltratos, humillaciones, amenazas, empujones, golpes, muerte, forman parte del entramado de la violencia hacia las mujeres, que buscamos, en esta conmemoración y las que vienen, y en lo posible todos los días del año, desmontar. Porque resulta insoportable, insufrible y debe terminar.
Porque se requiere una sociedad que desde todos los rincones y voces se pronuncie, y active redes de sororidad, de apoyo, de protección, de contención, de denuncia y de reparación.
Porque como la violencia de género, está en todas partes, en el mundo doméstico, en las calles, en el norte y en el sur, siendo lamentablemente global, necesitamos un gran empuje, en el que participen hombres y mujeres, y desde los niveles macro y micro social, para lograr el anhelado objetivo de esta conmemoración, que nos convoca a eliminar la violencia contra las mujeres.
En los ochenta, activistas en favor de los derechos de las mujeres proponen esta fecha para exigir la defensa ante la violencia. La razón era honrar la memoria de las hermanas Mirabal, que el 25 de noviembre de 1960, fueron asesinadas en República Dominicana.
Luego en el año 2000, la ONU resuelve designar este día como el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y a ONGs a realizar actividades de sensibilización y concientización.
Hoy, en el contexto que estamos viviendo, nos preocupa las denuncias tanto de violencia intrafamiliar, como de episodios de violencia sexual realizadas por mujeres y niñas, tal como ha informado el Instituto Nacional de Derechos Humanos en su reporte, hasta el 18 de noviembre del 2019, para ser recogidas e investigadas.
El derecho a vivir una vida libre de violencia de género es un derecho humano. Sostenemos la urgencia por su respeto irrestricto, y el rechazo a la violencia hacia las mujeres en todas sus formas.
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