Chile concentrado

Mientras me avoco a la última revisión de la segunda edición del libro que lleva el nombre del título de este artículo, me asaltan las noticias que afectan a nuestro país y que anuncian cada día, pasito a pasito como dicen ahora los jóvenes, la creciente concentración en nuestros mercados, a pesar de los anuncios de las autoridades y de nuevas leyes sobre libre competencia que se han traducido en la práctica en organismos de poca relevancia, en parte por las señales que entrega la autoridad económica.

Se anuncia que más de tres cuartas partes de las concesiones viales quedará en mano de una sola empresa italiana y ello como consecuencia de hacer una genuflexión a los acuerdos internacionales que rebotan en nuestro país.

La razón que entrega la Fiscalía encargada de tomar la defensa del interés público económico, de que no se reducirá sustancialmente la competencia ni podrán alzar a su gusto los precios, en la práctica es un conjunto de afirmaciones de una ingenuidad impresionante.

Lo que importa es que el Estado de Chile va a tener un contendor al frente de un tamaño muy superior en todas las negociaciones y aunque cada concesión vial es en la práctica  un cuasi monopolio, todas en mano de una sola empresa, le darán un poder de negociación absolutamente incontrarrestable. El MOP guarda un ominoso silencio al igual que la autoridad sectorial.

Recuerda esto a quien escribe la lucha que dimos apoyados por muchos miembros de la Democracia Cristiana, hoy rendidos para impedir la concentración bancaria entre el Banco Santander y Banco de Santiago, que también se produjo como consecuencia de una fusión fuera de  Chile.

Se anuncia una intensa negociación para que dos bancos que tienen menos del 10% del mercado cada uno, se junten con el objetivo de competir mejor con los otros 5 que tienen una posición del mercado de más del 10%.

La autoridad bancaria que no le corresponde decidir esta materia, aparece aplaudiendo la concentración y las razones son siempre las mismas, las supuestas eficiencias de escala, que todos sabemos que no son más que formas de enmascarar el poder económico en un Chile oligopolizado.

Hay otras operaciones también dando vuelta, pero sería largo de analizarlas todas, pero vale la pena estar atentos a lo que quieren hacer en el sector eléctrico chileno, en que una empresa italiana que controla este importante sector de la economía se prepara para dar otro golpe a la libre competencia. El casino sigue abierto.

El gobierno como otros en esta materia no existe, y se escudan en los órganos de la libre competencia, que supuestamente son de carácter técnico y que todos sabemos que no es así y lo digo por experiencia personal, ya que la influencia de la autoridad económica y política es por regla general determinante en las decisiones que se toman. Estamos a años luz de lo que ocurre en las grandes economías desarrolladas como Estados Unidos y Europa.

De esta forma, y con la nueva legislación que se aprobó con grandes aplausos el año 2016, todo queda reducido a una súper elite en que no cuentan los trabajadores ni los consumidores. Estamos construyendo un escenario lamentable y se pagarán las consecuencias.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado