Leo que el Gobierno enviará durante noviembre una ley de cuotas que busca establecer un número de miembros femeninos en los directorios de las empresas con cotización bursátil. El año pasado se estableció una normativa para cuotas en los directorios de las empresas públicas (estatales), es decir, que fomenta la participación femenina en altos cargos públicos e introduce cuotas de género, de manera que ningún sexo supere el 60% de la composición de los directorios en directorios del Sistema de Empresas Públicas. Dado que ya tenemos una normativa, este anuncio abre la posibilidad de avanzar en el mismo tema en el sector privado.
Durante el año pasado y parte del actual año me ha tocado investigar el tema de género en las empresas que cotizan en la bolsa. He logrado observar que sobre un grupo de las 60 empresas más importantes del mercado bursátil, durante los años 2010 al 2021, existe un crecimiento en el número de directorios con al menos un miembro femenino, siendo un 12% en 2010 y 45% en 2021 (Torres y Borges, 2022)(1).
Entre los problemas que se observan está el hecho de que existe un solo miembro femenino en los directorios, convirtiéndose en una especie de cumplimiento de la lista de temas actuales y populares, y que no representa una convicción de que los gobiernos corporativos de las empresas estén por la equidad.
La pregunta es: ¿Las cuotas mejoran los gobiernos corporativos? Y la respuesta depende del contexto y del número de miembros femeninos. Por ejemplo, en Chile tenemos sectores donde las mujeres no tienen un número suficiente de especialistas. Por tal motivo, un porcentaje alto impuesto por una cuota genera elecciones arbitrarias que no mejoran los beneficios en el control de la empresa. Por otro lado, hay que aumentar el número de mujeres en industrias donde existen la cantidad suficiente o más de especialistas en relación de los hombres. En ese caso es necesaria una cuota cercana a 35% a 40% como mínimo de mujeres u hombres, logrando en general que las mujeres se impongan rápidamente y logren mejoras en la calidad de la información y control de las empresas.
Otro tema es evitar el juego de camisetas. En Chile, por la alta concentración de propiedad de las empresas cotizadas, hoy en los directorios no estarán los hijos de la familia mayoritaria, sino que pasará un puesto a las hijas, cónyuges o nietas, pero no necesariamente ello cambiará la cultura de las organizaciones.
Uno de los temas necesarios para avanzar en el tema de género es romper con el techo de cristal, logrando imponer una cultura en la que lo principal sea tener una filosofía de diversidad que muestre un buen funcionamiento de los negocios y no solo utilizar una silla para cumplir con el listado de requisitos legales, burocráticos y estadísticos del gobierno corporativo de las empresas. El tema de cuotas no es una moda. Es una forma de lograr compartir visiones y desarrollo, pero debe realizarse bien.
(1) Torres Zapata, I., & Borges Quintanilla, H. (2022). Mujeres en los Directorios de empresas chilenas: ¿presión o convicción? CAPIC REVIEW, 20. https://doi.org/10.35928/cr.vol20.2022.131
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