¿Hasta cuándo?

Pedro Davis Urzúa

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Se inicia el año 2020 con una muy mala noticia, la varias veces postergada medida de obligar a los trabajadores a honorarios, no solo a destinar parte de sus exiguos ingresos para constituir “su” Fondo de Pensión, sino ahora aumentar ese “Ahorro” forzoso.

La ley 21.133 establece que a partir del 1 de enero de 2020 el porcentaje de retención de cada boleta de honorarios emitida pasa de 10% a 10,75% subiendo un 0,75% adicional cada año entre el 2021 y el 2027 y un 1% el 2028 llegando al 17%. Toda la retención será destinada a su “Fondo de Pensiones”, Fondos de Pensiones, que son administrados (ya sabemos después de 39 años, con qué resultados) en forma monopólica por las AFP.

Emiten boletas de honorarios una cantidad muy grande de trabajadores del Estado que no están en la Planta de los Servicios Públicos, decenas sino cientos de miles de trabajadores de los 345 municipios del país, miles de profesionales y no profesionales a los cuales, para no pagar leyes sociales, los empleadores los “contratan” mediante el sistema de “boleteo”, también  lo hacen muchísimos de los trabajadores temporales, promotoras y promotores, reponedoras y reponedores, en fin, cientos de miles, sino millones de chilenos que tienen los trabajos más precarios, sin estabilidad, sin seguridad social, sin derecho a vacaciones, sin derecho a indemnización  por años de servicios al ser terminados sus contratos.

Los trabajadores a honorarios lo son, generalmente porque no tienen la posibilidad de un contrato de trabajo con leyes sociales incorporadas, es una fórmula que muchos empleadores del sector privado, y lo que es más grave, el Estado mismo como empleador, utilizan para bajar los costos de contratación evitando el pago de leyes sociales, los costos de cargo del empleador en las licencias médicas, los costos de vacaciones legales y permisos administrativos cuando corresponde, y los costos de indemnización por años de servicios en casos de despidos.

Es evidente que esta medida, de insistir en obligar a los trabajadores a disminuir sus ya bajos ingresos presentes para “mejorar” sus pensiones está absolutamente fuera de lugar al menos para todos los trabajadores a honorarios cuyos ingresos líquidos están por debajo de los mínimos aceptados internacionalmente como decentes para tener una vida digna.

Pareciera que el gobierno sigue sin entender nada de lo que está pasando en Chile, insistir en esta medida, que es mantener la fórmula neoliberal de que “cada cual labra su futuro” (salvo los grupos empresariales a los cuales el Estado les otorga ventajosas concesiones para explotar recursos naturales de todos los chilenos, Servicios de Utilidad Pública,  Autopistas, Hospitales, Cárceles, etc.), sin tocar en lo esencial el actual sistema de pensiones basado exclusivamente en la capacidad de “ahorro” que tienen los trabajadores, sin considerar el bajo nivel de ingreso de la gran mayoría de los trabajadores, la precariedad de sus empleos, los largos periodos de desempleo a los que se ven afectos cientos de miles de trabajadores y, sobre todo,  la inexistencia de un pilar solidario de verdad que se haga cargo de corregir las “imperfecciones” del actual sistema.

Hoy, no está el horno para bollos, los trabajadores a honorarios saldrán a las calles y se sumarán a las movilizaciones de millones de chilenos que están diciendo basta, basta de abusos, basta de corrupción, basta de injusticias, basta de un país donde el 5% lo pasa muy bien y el 95% lo pasa regular o más bien, mal.

Las pensiones fueron definidas, junto con los bajos salarios como los problemas más sentidos por la inmensa mayoría de los chilenos en la Consulta Nacional desarrollada por la Asociación Chilena de Municipalidades el reciente 15 de diciembre, subir el salario mínimo y las pensiones mínimas en montos de verdad relevantes para llegar en el plazo más breve a los $500.000 líquidos: en ambos casos es una de las demandas sociales intransables y, de fondo, reformar el Sistema de Pensiones generando un nuevo Sistema donde al menos los sectores de menores ingresos sean parte de un sistema de Reparto donde se les garantice niveles de ingresos dignos a la hora de pensionares.

Surgirán, como ya lo han hecho en otras oportunidades quienes afirmen que no hay recursos para ello, eso no es cierto, existen recursos en los patrimonios e ingresos regulares del 1% o, si quieren del 5% más pudiente de la población; existen recursos en las utilidades extraordinarias de las empresas que explotan recursos naturales que pertenecen a todos los chilenos y que pagan por ello impuestos y/o royalties ridículamente bajos; existen recursos en las grandes utilidades de las empresas que explotan los servicios básicos de energía, agua, telecomunicaciones, aeropuertos, carreteras, hospitales, cárceles por nombrar solo algunos; existen recursos de sobra en las empresas con dominio monopólico de mercados como las cadenas de farmacias, los productores de pollos, los supermercadistas, los grandes centros comerciales de Cadenas.

Recursos existen, falta la voluntad política de buscarlos, hoy después de 75 días de movilizaciones sociales, ha llegado el momento de que la institucionalidad política también despierte, se ponga las pilas y acuerde con los Movimientos Sociales y los Partidos Políticos una potente agenda social que de cuenta de esto y de las otras grandes demandas de la población.