Primero fue la destrucción que dejó la crisis social en el comercio. Luego, vinieron los cierres de tiendas, la automatización y digitalización de las ventas por la pandemia; y el alza desmedida del consumo impulsada por las ayudas estatales y retiros de las AFP, que se combinó con los problemas en la cadena de suministros. A esto, se suman hoy los altos niveles de inflación y tasas de interés, el creciente desempleo y un contexto económico incierto.
Todo esto ha afectado de manera contundente a la industria del retail en 2023. Según cifras del Banco Central, el índice de ventas diarias del comercio minorista disminuyó en 7,32% en abril respecto al mismo mes del año anterior, y con esto las ventas de este sector anotaron 10 meses consecutivos de caídas. Según cifras de la Cámara Nacional de Comercio, el e-commerce, cayó 33% el primer trimestre.
Los grandes retailers coinciden en que el público cambió sus hábitos de compra, restringiendo el consumo hacia lo más esencial y cuidando cada peso. En efecto, las liquidaciones y ofertones generosos ya no movilizan el consumo como lo hacían hace un año atrás.
En un negocio de costos fijos altos y márgenes estrechos, mantener volúmenes de venta suficientes es esencial, y en muchos casos no se está logrando. Y está también el problema de los altos niveles de inventarios acumulados, cuyo valor total puede representar hasta 4 o 5 años de utilidades. Dado que los productos importados se compran con varios meses y a veces más de un año de anticipación, es fundamental que las colecciones de temporada se vendan, no sólo para "hacer caja" sino que también para dejar espacio a las nuevas que vienen en camino.
En Chile, ya se ven ajustes. Los retailers han optado por bajar las importaciones de nuevos productos, así lo muestra la cifra del índice de volumen de importaciones del retail, que cayó 41% el primer trimestre del año en comparación al mismo período de 2022. Esta es la mayor baja en la historia de este indicador. A esto se suman las agresivas liquidaciones que se han visto. En el informe de Percepciones del Retail de mayo de 2023, del Banco Central, empresarios del rubro mencionaron que, debido al deterioro de la demanda y la acumulación de inventarios, realizaron liquidaciones y disminuyeron de forma importante los precios de productos de fin de temporada.
Ninguna reducción se ha dejado de evaluar: las dotaciones de personal, que ya venían escuálidas producto de reducciones anteriores, se siguen revisando; los contratos de arriendo, que son de largo plazo y muy difíciles de modificar se siguen negociando, y todas las inversiones y gastos que se puedan postergar se han postergado.
Pero nada parece ser suficiente. El negocio de retail en 2023 en Chile se ha transformado en un juego de supervivencia. Quienes logren sortear este difícil año podrán replantear sus objetivos de crecimiento y rentabilidad para los próximos años, y aquilatar las lecciones aprendidas. El retail ha demostrado ser una industria tremendamente resiliente, y tener la agilidad para comprender e interpretar el entorno y la flexibilidad para adaptarse a los innumerables cambios en hábitos, gustos y preferencias de clientes, creando nuevas propuestas y adaptando sus modelos de negocio.
En los últimos años esta industria ha vivido altos y bajos, y con esfuerzo, ingenio y una tremenda capacidad de adaptación e innovación ha sobrevivido a uno de los períodos más volátiles y cambiantes que se hayan visto en varias décadas. Tal vez, este difícil año 2023 sea el momento para hacerlo una vez más.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado