No hay duda de que el regreso a clases es algo urgente y necesario, especialmente si sabemos que la pandemia ha mermado la educación de miles de niños por no contar con conexión a internet o equipos adecuados. Además, ha influido en el logro de los objetivos de aprendizajes, en su desarrollo socioemocional y en procesos específicos y cruciales como, por ejemplo, el desarrollo del proceso lector.
Sin embargo, este regreso debe ser algo analizado, minuciosamente planificado y organizado, especialmente si queremos que sea efectivo. Lo anterior hace que se vuelva imperativo tener a la vista y se tengan en consideración algunos factores que influyen y pueden impactar directamente en la efectividad de este retorno.
En ese sentido, es necesario primero estar conscientes sobre la Realidad Sanitaria Nacional. El regreso a clase debe considerar los hechos que están sucediendo a nivel país, para pensar en un retorno seguro, tanto para estudiantes, docentes y la comunidad educativa en general. Si bien han bajado los casos de contagio a nivel nacional, hay múltiples llamados de no relajar las restricciones sanitarias para mantener esta baja tasa, especialmente si en este momento está rondando y amenazando la variable Delta, que trae consigo una mayor capacidad y velocidad de contagio, nuevas sintomatologías y mayor número de hospitalizaciones.
No desconocer lo estacional. Nos encontramos en pleno invierno, tiempo en que en períodos sin pandemia aumentan las enfermedades respiratorias lo cual pone en peligro la capacidad de atención de los centros hospitalarios. El retorno escolar en esta época del año, y con la obligatoriedad de mantener las aulas con ventanas abiertas y en constante ventilación a pesar de las bajas temperaturas, puede provocar un aumento de las enfermedades estacionales y, junto con el virus SARS-CoV-2, podrían llegar a sobrepasar la capacidad de hospitalización y atención de salud.
Estar al día con el equipamiento. Los establecimientos que quieran funcionar en modalidad híbrida ¿cuentan con los equipos necesarios para llevarlo a cabo de manera adecuada? ¿Cuentan la totalidad de los establecimientos con un sistema de calefacción que permita temperar algo las salas de clases que (por lo demás) deben tener una adecuada ventilación? Estos son aspectos básicos que se deben analizar antes de abrir las escuelas e iniciar un regreso a las aulas.
Preocupación por los docentes. Los establecimientos que plantean un retorno híbrido deben considerar que es primordial contar no solo con los equipamientos necesarios, sino que también con docentes que sepan utilizarlos y que, además, conozcan y apliquen estrategias de enseñanza adecuadas y pertinentes que respondan a esta modalidad, asegurando de esta manera, un proceso de enseñanza aprendizaje efectivo que permita desarrollar de manera óptima los aprendizajes esperados.
Estos son sólo cuatro factores de muchos otros que deberían considerarse antes de comenzar un retorno físico a las aulas. Si bien urge regresar, volvernos a ver y compartir, este proceso debe ser seguro para todos los niños, docentes y padres, ya que implican otras actividades que, a la vez, deben ser garantizadas como, por ejemplo, el aforo en el transporte público.
Dada la cantidad de factores a considerar, este trabajo debe ser mancomunado, siendo los participantes mínimos los ministerios de Educación, de Salud, municipios y asociaciones. Se debe levantar evidencia que permita visualizar si efectivamente se cuenta con la capacidad de regresar a la presencialidad y así, de manera informada, tomar las decisiones que permitan un retorno seguro a las aulas.
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