Comenzó el año académico y varios colegios decidieron incorporar en sus reglamentos la restricción del uso de teléfonos celulares durante la jornada escolar. Países como Nueva Zelanda, Rusia, Australia, Canadá, China, Francia, y el Reino Unido, entre otros, ya han optado por prohibir los dispositivos móviles en las instituciones educativas de todos sus niveles. Esta medida se basa en el reconocimiento del alto potencial de distracción que los teléfonos celulares representan, lo cual dificulta el mantenimiento de la atención y la concentración de los estudiantes, ya sea en el aula o en las actividades de su vida diaria.
En Chile, aún no se ha implementado una ley que regule específicamente el uso de celulares en el entorno escolar. Sin embargo, el Ministerio de Educación elaboró en 2019 una guía de orientaciones para regular el uso de estos dispositivos. Según esta guía, los reglamentos de los establecimientos educativos no deben limitarse a ser una lista de conductas prohibidas, sino que deben ser una declaración formativa que promueva comportamientos adecuados relacionados con el uso del celular, explicando razones y riesgos.
Un metaanálisis de estudios que incluyó 14 países, enfocado en el uso de teléfonos móviles por parte de estudiantes y su influencia en los resultados de aprendizaje, reveló un impacto negativo en el rendimiento académico de alumnos de colegios, con un efecto aún más pronunciado a nivel universitario. En otras palabras, a medida que aumenta el porcentaje de uso de celulares en el aula, disminuye el rendimiento académico de los estudiantes. Este fenómeno se convierte en un distractor significativo en el proceso de enseñanza, generando un distanciamiento notorio respecto al logro de los objetivos de las asignaturas.
Los análisis basados en datos PISA señalan una correlación negativa entre el uso de dispositivos digitales y el rendimiento académico de los estudiantes. Además, los docentes expresan su percepción negativa respecto al uso de dispositivos electrónicos, argumentando que estos representan obstáculos para la efectiva gestión del proceso de aprendizaje.
La Encuesta Kids Online Chile 2022 revela que 87% de niños, niñas y adolescentes cuentan con un celular con acceso a internet, y la edad promedio para obtener el primer dispositivo se ha reducido de 11 a 9 años entre 2016 y 2022, posiblemente influenciado por la pandemia. Por su parte, el informe de Tecnologías de la Educación de la Unesco en 2023 destaca que la tecnología impacta en todos los aspectos de la vida al ampliar las oportunidades de conexión y acceso a información. No obstante, también plantea riesgos en términos de seguridad, privacidad, igualdad y cohesión social, generando ocasionalmente daños que es necesario proteger.
La decisión sobre prohibir, limitar o permitir el uso de dispositivos móviles en establecimientos educacionales es una cuestión que requiere ser atendida. Es crucial examinar la evidencia significativa disponible sobre el impacto del uso de estos dispositivos en el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes e integrar la evidencia en estas conversaciones puede ayudar a tomar decisiones informadas y equilibradas, y así fomentar una reflexión colectiva que involucre a estudiantes, familias y docentes para comprender las diversas perspectivas.
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