En la discusión del Financiamiento para la Educación Superior (FES) en la comisión de Hacienda, la subsecretaría de Educación Superior planteó que una de las razones de no considerar a los estudiantes online es un sistema de aseguramiento de la calidad insuficiente en esta modalidad. Chile cuenta con una ley de aseguramiento de la calidad de la educación superior desde hace ya dos décadas. Esta ley fue reformada en 2018 para hacer obligatoria la acreditación institucional para todas las IES, establecer nuevos criterios y estándares de acreditación, reforzar el papel de la CNA como organismo autónomo de carácter técnico y crear la Superintendencia de Educación Superior.
Los nuevos criterios de acreditación están actualmente vigentes, y son el resultado de un largo proceso, que comenzó en 2018 con una Comisión Técnica Asesora (CTA), que elaboró una primera versión. A partir de esta, los comisionados de la CNA (autoridad colegiada de la institución) realizaron una revisión y ajustes, que fueron ampliamente debatidos por la comunidad académica. Finalmente, se conformó una Comisión de Expertos Ampliada, con representantes del sistema de educación superior (universidades, IP, CFT), y actores del medio externo.
Esta comisión trabajó en 10 documentos, uno por cada tipo de acreditación, cuyos borradores se sometieron a consulta pública en 2020. En consulta nacional abierta, se recibieron más de 1.000 observaciones, con las que la CNA realizó ajustes, consolidando los criterios y estándares definitivos, que se aprobaron y comenzaron a regir oficialmente en 2021.
Respecto de la educación online, los criterios muestran una clara evolución: en una primera etapa expertos recomendaron que los criterios permitieran la diversidad metodológica sin imponer estandarización rígida. Luego, en la versión de los comisionados, se incluyeron estándares específicos para modalidad online. Finalmente, la versión definitiva contiene criterios agnósticos a la modalidad de enseñanza, pero incluye pautas diferenciadas para modalidad online en programas universitarios, técnicos y de formación profesional, con ejemplos de evidencias y mecanismos de aseguramiento de calidad adaptados a cada tipo orientaciones. Para autoevaluación institucional, existen orientaciones (publicadas en diciembre 2022) con preguntas orientadoras y ejemplos de evidencia específica para modalidad virtual considerando ambos subsistemas.
Entonces, sí existe un sistema de aseguramiento de la calidad aplicable a la formación online en Chile, que está incorporada dentro del Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, bajo la misma estructura institucional que regula la educación presencial, pero con enfoques específicos adaptados a la modalidad virtual. La CNA evalúa programas de pregrado y posgrado 100 % online y las evidencias exigidas se adaptan a la modalidad. Contamos con instituciones acreditadas institucionalmente bajo los nuevos criterios, lo cual valida la viabilidad y calidad de la formación virtual en Chile.
Si la subsecretaría opina que esta institucionalidad es insuficiente (aparentemente sólo en una modalidad), entonces debería plantearse revisar la ley recientemente reformada, con acuerdo de todas las partes. Siempre hay mejora continua en estos procesos, pero esta discusión es técnica y distinta a la discusión de las formas de financiamiento a los que los estudiantes online pueden acceder. Pero dejar caer en cada oportunidad que se puede que la educación online no cuenta con un sistema de aseguramiento de la calidad es desconocer la normativa vigente para, "por secretaría" dejar fuera de una herramienta de financiamiento a estudiantes que tienen la educación online como una opción -a veces la única- de progresar y mantenerse vigentes.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado