La pandemia por Covid-19 ha sido uno de los procesos de reconstrucción colectivos más complejos que hemos vivido como sociedad en los últimos años, por cuanto nos ha permitido dar cuenta de la importancia de los vínculos en comunidad, la relevancia de las emociones y lo primordial que es alcanzar el bienestar integral, situación que a redibujado el mundo como lo conocemos, pero fundamentalmente aspectos tan importantes como la educación, donde pasamos de establecimientos que enseñaban a recintos educativos que aprendieron sobre la marcha a sobrellevar la situación.
Desde ahí nacieron conceptos como sincrónico/asincrónico, los cuales incluyeron la autoformación de los profesionales de la educación incorporando, además, la innovación y creatividad para mantener la atención y la curiosidad en los estudiantes, dilema y desafío que muchos pudieron sortear de buena forma mientras que otros aún intentan ajustarse a este nuevo reto que la vida nos ha puesto a prueba.
Durante estos dos años de pandemia, la formación virtual ha evidenciado una serie de aspectos positivos y negativos, los cuales están siendo analizados constantemente, pero en donde se destaca transversalmente que el vínculo relacional y físico de los seres humanos es único y prevalece, pues somos seres gregarios y necesitamos estar con el otro, generar experiencias emocionales significativas y que se suman a una búsqueda permanente de integración con los otros.
¿Pero cuáles son los efectos de las clases virtuales?
Como primer punto cabe destacar el descuido en los controles de rutina, siendo este uno de los aspectos más complejos en los jóvenes, ya que el crear rutinas que den pie al proceso de formación de hábitos no es fácil de lograr. Esto es tremendamente importante pues desde ahí se generan las rutinas mínimas para poder tener un equilibrio en el aspecto socio emocional, lo cual a su vez redunda en su capacidad de aprendizaje.
Así mismo, las clases virtuales han transformado a los adolescentes en sujetos inmóviles conectados, en muchos casos, hasta por ocho horas frente a una pantalla, recibiendo clases desde la cama o en otros lugares inadecuados para el aprendizaje. Sin embargo, un factor más complejo es el Síndrome del Pensamiento Acelerado, el que cual se evidencia en nuestra percepción sobre el tiempo y la rapidez del tiempo, dándonos la impresión que no tener espacio nada y generando con ello la sensación de ansiedad y angustia que se suma a la procrastinación.
Pero la procrastinación es algo más que postergar una acción voluntariamente, por cuanto implica hacer algo en contra de nuestro mejor juicio, haciéndonos trampa a nosotros mismos, aun sabiendo que lo que dejamos pasar es algo importante. Es por ello que la autoconciencia es un factor clave para comprender por qué esta acción es tan compleja en los jóvenes.
Recomendaciones y mirada positiva sobre las clases virtuales
Es importante recordar que a pesar de la difícil situación en la que nos hemos visto inmersos, el cambio está en nuestras manos y todo proceso de transformación desde el ámbito de nuestra salud mental, radica en encontrar elementos que den cuenta del equilibrio interno que necesitamos para hacer lo necesario de buena forma. Para eso es vital reconocer nuestro mundo emocional, validar, legitimar y aceptar nuestras emociones, no reprimirlas, mirarlas y entender el mensaje que nos trae.
La transformación que se viene en esta mirada de semipresencialidad en el mundo entero, requiere que todos seamos capaces de ser líderes de nuestras propias decisiones, trabajar el desarrollo de conciencia emocional, pues mediante ella nos abriremos a los cambios que requiere este nuevo modelo educativo. Tanto los estudiantes como los deben buscar los elementos centrales para poder encontrar ese equilibrio, transitando de buena forma en esta nueva educación, lo cual implica una serie de aspectos tales como relajar la exigencia doméstica, realizar actividades que promuevan el encuentro consigo mismo, prácticas de felicidad permanentes, actividad física, rutinas claras, espacio para el ocio y calidad de presencia con el otro.
Así podremos establecer un canal de trabajo a largo plazo porque la tele educación viene para quedarse y debemos ser nosotros los primeros en comprender que requerimos un proceso de transformación personal para avanzar en nuestra búsqueda de nuestro propio bienestar personal y social.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado