Profesora agredida en Trehuaco: Cuando faltan herramientas para implementar bien una ley

Una profesora, agredida por un estudiante mientras realizaba clases en el Liceo Bicentenario de Excelencia de Trehuaco, se encuentra internada tras ser sometida a una operación de urgencia durante la noche del martes. La víctima, que fue golpeada en la cabeza con una escoba, se encuentra hospitalizada desde el lunes 17 de marzo, debido a que un estudiante de 14 años la atacó en múltiples ocasiones, provocándole una fractura craneal. El estudiante está en el Espectro Autista.

La descripción de este diagnóstico en medios de comunicación despertó la ira de muchas personas en redes sociales, acusándolo de "delincuente", "un niño anormal que debe ir a una escuela especial", "inclusión forzada", "el problema son los padres de los niños TEA", "son un peligro para todos" y el comentario que más me llamó la atención "ahora todos debemos adaptarnos a ellos y tener empatía. Y quien la tiene con los pobres profesores o niños que deben convivir con niños con esa condición". Estas frases desalentadoras revelan una parte de la naturaleza del ser humano y lamentablemente, constata la vigencia de fenómenos históricos como el "Apartheid" o en alguna medida el "Holocausto". Puede sonar algo exagerado, pero no deja de tener elementos emocionales relacionados: excluir e invisibilizar.

De alguna manera, aniquilar, someter, encasillar y apartar a ese grupo de la población para no perjudicar a los "normales". Que claro está, corren con la suerte de haber nacido con una ventaja, pero no importa. Para muchos padres, ellos son los grandes perjudicados. Lamentablemente pareciera que el ser humano sólo aprende, cuando vive en carne propia una prueba de humildad, que los hace entender a quienes critica.

Esta tendencia de apartar, excluir, denostar y estigmatizar no sirve para nada para aquellos padres que no se quieren ver "infectados". El aumento de la condición de espectro autista en la población ha ido en franco incremento y resulta importante incluir. Es muy probable que esas familias que hoy no conocen casos cercanos relacionados, si lo hagan en el futuro con el nacimiento de algún nieto, sobrino o familiar. ¿Seguirá siendo entonces el apartar y abandonar, la respuesta frente a una problemática de este tipo?

Este caso es lamentable y condenable. De eso no hay duda. No se puede justificar al menor. Independiente de la condición, siempre hay que poner límites. Aunque se trata de algo más que "una rabieta". No sabemos el contexto previo a este incidente y, por ende, debe investigarse a fondo. El alumno debe hacerse cargo de sus actos y la comunidad escolar tomar las medidas necesarias para evitar este tipo de ataques violentos en el futuro. Eso pasa por tener asistentes de sala, protocolos ante desregulaciones y otros, formar a los docentes, familias y la comunidad para abordar estas situaciones con estrategias reales. Más cuando no existe un incremento para la aplicación de la ley TEA.

También hay que considerar lo exigido que están los profesores, quienes tratan de responder a la implementación de una ley sin las herramientas adecuadas. Hay que ponerse en su lugar para hacer un análisis objetivo e integral. La solución pasa por fomentar la inclusión con las herramientas adecuadas y para los fines requeridos. Y también entender la desventaja con la que lidian los niños y jóvenes TEA. No todos son iguales y muchas veces reciben bullying. Son excluidos de actividades escolares no institucionales y enfrentan permanente prejuicio por parte de la población, que recién está tratando de entender las implicancias de esta condición. Para muchos padres la solución es abandonar a su suerte a estos niños. Y precisamente son los que más ayuda necesitan. La naturaleza humana la mayoría de las veces, decepciona.

Estudiantes neurotípicos o "convencionales" también han tenido actos de indisciplina y no se les estigmatiza con diagnósticos. Más que estigmatizar, este acto de indisciplina puede ocurrir en cualquier colegio o con muchos tipos de niños, incluso neurotípicos. Si un hombre extranjero comete un delito, ¿Eso quiere decir que todos los de la misma nacionalidad realizarán la misma condenable acción? ¿O todos los que tienen una característica parecida? Eso si es un absurdo.

La conclusión es que este acto puntual es condenable, pero no resulta prudente estigmatizar. Cada niño, TEA o no, es diferente. Y nunca es bueno generalizar. Eso sólo alimenta la ceguera, el rencor y la ignorancia. Es tiempo de tomar conciencia en que estamos construyendo sociedad y debemos mirar hacia el futuro. Y no solo vivir el día a día en esta materia. Y por favor, dejen de decir que es una "enfermedad".

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