¿Qué pasa con la calidad en educación parvularia?

María Victoria Peralta

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En estas últimas semanas, la discusión se ha centrado en la tramitación legislativa del proyecto llamado de “equidad” que tiene que ver con una subvención regular para el grupo etario de 2 a 4 años que busca nivelar el financiamiento en materia de aporte fiscal entre instituciones públicas e instituciones privadas. 

Además, se crea una subvención adicional de “Apoyo al Aprendizaje en Educación Parvularia”, la que se enfoca más a los niños pertenecientes a los cuatro quintiles más vulnerables.

También, el proyecto se hace cargo de la inclusión educativa, a través de una subvención para el primer nivel educativo que los establecimientos recibirán por educar a cada niño con Necesidades Educativas Especiales (NEE). Es la propia Ministra Cubillos quien dice que esta ley permitirá “que más niños puedan acceder a una educación parvularia de calidad, y donde sean las familias quienes puedan elegir el proyecto educativo que les resulte más pertinente”.

El proyecto en general es válido y aportador. Sin embargo, diversas instituciones y María Isabel Díaz, ex Subsecretaria de Educación Parvularia, quien dice que en su aplicación hay varias limitantes que tienen que ver con el financiamiento y la cantidad de instituciones que podrían postular a esta subvención, siendo escasa por no contar con los requisitos que se exigirían.

Se agregan los riesgos de una creciente privatización y sobreescolarización de este nivel al anexarse a escuelas y colegios.  Debido a que el proyecto está en discusión, cabe esperar su total tramitación para evaluar sus proyecciones y ver su aporte al tema de fondo: la calidad de la Educación Parvularia.

A la par de la tramitación de este proyecto, se conformó el Consejo Asesor para la Calidad de la E.P. cuyo objetivo es asesorar a las instituciones llamadas a elaborar y conformar el Sistema de Aseguramiento de la Calidad para el nivel inicial.

El Consejo, lo conforman otros cinco profesionales de distintas áreas, entre los cuales no hay ningún académico Educador de Párvulos, existiendo bastantes doctores en las diferentes universidades que han trabajado mucho tiempo en la docencia, investigación y asesoría del nivel, por lo que tienen amplio conocimiento de los paradigmas identitarios y de lo que efectivamente pasa en el sector.

Señalamos esta observación porque el Marco de la Buena Enseñanza de la Educación Parvularia, ha sido nuevamente rechazado por el Consejo Nacional de Educación.

¿Y qué pasa en la práctica? Continúan los problemas que hemos denunciado reiteradamente en este espacio.

Sigue la sobre escolarización, la ratio inadecuada entre educadores y cantidad de niños a atender; la falta de espacios y tiempos para que los educadores puedan estudiar, reflexionar y crear propuestas de avanzada. Por tanto, continúa el trabajo pasivo y limitante de aprendizajes de los párvulos.

Se suma que la instalación de la actualización de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia (2018) ha sido ínfima, ya que no se presentó dentro de un proyecto sistémico y fundamentado de Reforma Curricular que incluyera los aspectos ya señalados y otros que la investigación indica que son esenciales para propiciar el cambio educacional.

Está bien preocuparse de los aspectos de equidad y por el aumento de cobertura; ello es una obligación por lo demás, porque debe responder al derecho de los párvulos a educarse, pero si no hay atención a los aspectos de calidad, seguimos siendo un país atrasado en estas materias.

Ya es hora que se avance significativamente en las muchas limitaciones que tiene este nivel, y basta de señalar que porque los niños no marchan o porque son silenciosos tienen que salir “salvadores” a hacerlo en todos los gobiernos.

En un enfoque de Derechos, es simplemente lo que corresponde hacer. 154 años de existencia de la educación parvularia en Chile y 70 años desde que Gabriela Mistral dijo “Ahora”, es suficiente si queremos tomar en serio esta educación.