Es fundamental que los directores y equipos directivos en educación sepan gestionar sus establecimientos educacionales, a veces interesantes proyectos educativos fracasan por la mala gestión de sus recursos, no olvidemos que educar, siempre, es más. Decía Gabriela Mistral: "has capaz a tu escuela de todo lo grande que pasa o que ha pasado".
Por lo tanto, se hace relevante y valioso profundizar que para trabajar en educación no solo se necesita vocación sino también conocimiento, los equipos directivos deben ser capaces de acceder a las herramientas que permitan que los colegios sean entidades duraderas, con foco en el y la estudiante, que promuevan valores, buena convivencia, aprendizaje significativo, que sean un espacio de desarrollo integral, entre otros. Para esto, también deben contar con el apoyo permanente de su sostenedor, y justamente esta figura es la que debe tener una relevancia importante en la toma de decisiones con el director y el equipo de gestión, pero siempre desde la mirada pedagógica que el equipo le brinde, sin embargo, es aquí donde encontramos un cierto vacío.
Es sabido que para acceder a un cargo de dirección de un establecimiento escolar se debe disponer con ciertos requisitos mínimos para su postulación, entre estos es imperioso el tener experiencia en el ámbito educativo. No obstante, para ser sostenedor de un colegio no se necesita saber de educación, según lo enunciado en el artículo 46 de la ley 20.370-
En la descripción de los requisitos que debe poseer este perfil no se mencionan conocimientos previos en administración educativa, y a la falta del saber de esta gestión se suma, en algunos casos, el desconocimiento de ciertas leyes a las cuales los colegios deben tributar. Por ejemplo, que el colegio cuente con toda la planta de colaboradores que necesita para su óptimo funcionamiento y no tener profesionales que ven duplicada su labor por esta falta en la diligencia.
Si el rol de los sostenedores es clave para incrementar o disminuir la capacidad de los directores en gestionar la mejora y el cambio escolar (Childress, Elmore, Grossman, Jhonson, 2007) entonces ¿no debiesen tener una experiencia previa en el campo de educación?
¿Qué pasa con esos colegios en que la administración -desde el sostenedor- falla y deben cerrar? Claramente antes de eso comienza el éxodo masivo de la comunidad educativa entera, vínculos, apegos, convivencia y creencia que se rompen.
La invitación es a mirar a los sostenedores que sí realizan una buena gestión educativa, aquellos sostenedores que poseen la vocación a la educación y se involucran con el conocimiento que tamaña labor amerita
La educación es responsabilidad de todos, por lo tanto, es importante que miremos el perfil de sostenedor que queremos que gestione los recursos para la educación de los y las estudiantes de hoy, ya que este influye directamente en el liderazgo efectivo de las escuelas que asegura, lo que siempre queremos, educación de calidad para todos y todas.
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