A partir del martes 3 de enero están disponibles los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), examen que mide las habilidades y que según tu puntaje te permiten ingresar a la universidad y carrera deseada. Pero, ¿qué pasa cuando nos obtienes los resultados esperados y nos enfrentamos a la frustración?
Cuando se te presenta un obstáculo de manera inesperada, se habla de "tolerancia a la frustración". En este momento se experimenta una sensación de malestar que lleva a responder de distintas maneras: persistiendo o dándose por vencido.
Lo más probable que muchos jóvenes sientan frustración, una emoción y sentimiento obstaculizador de nuestro bienestar. Uno deposita previamente todos sus esfuerzos físicos, psíquicos, actitudes y tiempo, con el fin de alcanzar un objetivo establecido y cuando no lo logramos, nos decepcionamos. Cuando la frustración aparece de manera constante, las personas pueden experimentar insomnio, estrés, falta de concentración, ansiedad, falta de apetito, depresión, agresión, entre otras.
La frustración tiene dimensiones poco observadas, pero que hacen referencia a la persistencia y dedicación en la tarea realizada. Cuando no llega la recompensa, te esfuerzas cada vez más, inviertes el doble de tiempo o prestas total atención a la actividad.
Además, este sentimiento genera una segunda dimensión que incluye otras emociones secundarias como la ira, la decepción, la tristeza y, en algunos casos, la culpa; y estas dos últimas al no ser trabajadas de forma sana nos pueden generar un estado de vacío y en algunos episodios estados de depresión. Por lo tanto, es importante verbalizar y reconocer nuestro mundo emocional. La depresión es contraria a la expresión, si no expresamos lo que nos pasa, nos hacemos un daño emocional que es silencioso y nos afecta el alma.
Consejos para sobresalir de la frustración
1) Vale la pena persistir y preguntarse ¿lo qué estoy haciendo, me acerca o me aleja de mi objetivo? Este cuestionamiento puede ser útil para fortalecer las habilidades de tolerancia a la frustración, ya que ayuda a identificar si se está actuando en pro del cumplimiento de un objetivo
2) Como mamá, papá, tutor, debes ayudar a tu hija e hijo a trabajar la frustración. Reconocer y comprender que las cosas no tienen que salir siempre como queremos. La frustración tiene recompensa a largo plazo, todos los dolores del presente muchas veces se alivian en el futuro, cuando a través de la misma perseverancia somos capaces de avanzar
3) La frustración nos permite reconocer nuestras limitaciones, es decir nos da una luz en el camino y no dice en qué cosas fallamos y qué podemos mejorar. Además, nos pone un sentido de realidad, asumir que un hecho que muchas veces necesita tener una solución no siempre depende de nosotros y ser capaces de reconocer "no puedo con esto" y pedir ayuda
4) Las metas deben ser medibles, específicas, transitorias, que te generen un reto. No idealicemos, ni busquemos la perfección. ¿Qué hay qué hacer? Para alcanzar la aceptación personal tenemos que reconocer, validar, legitimar y aceptar nuestro mundo interno mostrándonos también vulnerables frente a las situaciones que no podemos controlar
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