Hay verdades absolutas, que no permiten el debate; no se pueden litigar, porfiar ni combatir, son hechos, sucesos o circunstancias que son, y que deben ser aceptadas, porque corresponden a afirmaciones irrefutables, irrebatibles, impepinables e indiscutibles, así como que el sol aparece por el oriente al amanecer, que el hielo es sólido, que la expansión térmica hace crecer hasta 15 centímetros la torre Eiffel en verano, que las mariposas en el estómago son producto de la mezcla entre la emoción y el entusiasmo cuando alguien te gusta y que las gotas de rocío son un bello fenómeno físico-meteorológico que asemeja el beso madrugador condensado por la disminución brusca de la temperatura.
Otra certeza imperiosa es la necesidad de educación cívica, para entender los conceptos claves de responsabilidad, respeto y justicia. En el 2022 se daba a conocer que más del 80% de las demandas por pensión de alimentos estaban impagas y de estás, más del 96% corresponden a hombres deudores. Pero si en la mayoría somos las mujeres que criamos, ¿cómo lo estamos haciendo? En igualdad pareciera que no, como tampoco lo parece en responsabilidades.
La pensión de alimentos hace referencia a la obligación de ambos padres, para cubrir las necesidades de sustento, salud y educación, además deben participar de forma activa, equitativa y permanente en la crianza de los niños, niñas y adolescentes.
En la Convención de los Derechos del Niño se reconoce que toda infancia debe tener un nivel de vida adecuado, para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, los que nos lleva a concluir que esto tributa a un derecho fundamental, hablamos de la vida y la integridad física y psíquica, los que nos conduce a re mirar las deudas de pensión alimenticias como un tema relevante en lo legal, político y social.
¿Cómo se lo explicamos a esos miles de menores que no reciben lo que por ley les corresponde, de quienes debieran velar por su integridad y aún más, por su felicidad? ¿Cómo podemos trabajar esa inseguridad dada al inicio de la vida?
Como mencioné al comienzo, las verdades absolutas no pueden ser contradecidas, una hora tiene 60 minutos, ni uno más, ni uno menos. En cada parte del vasto mundo es lo mismo, independiente del idioma, del clima, del tiempo, siempre una hora es 60 minutos y cada minuto es 60 segundos, así como también los relámpagos en los cielos de todos los lugares se forma por el choque de cargas eléctricas de las nubes y que las plantas necesitan la luz para vivir tanto como el agua, como también lo es que todos los niños y niñas requieren condiciones básicas para su crecimiento; subsistencia, protección y afecto, entre otras.
Por lo tanto, hay que agilizar los sistemas de protección para con ellos y correr tan rápido como el guepardo en búsqueda de las soluciones inmediatas, concretas y reales.
Y así como todo lo que sube tiene que bajar, lo innegable a toda existencia humana es el nacimiento y la muerte, la forma como vivamos el desarrollo, depende de que entregamos, lo que recibimos, pero sobre todo cómo amamos.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado