Las sorpresas mejor guardadas de mister “Handsome”
El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, Mr Handsome (bello, guapo), según la prensa británica ha dejado a seguidores y detractores sorprendidos e incluso sin argumentos tras dar a conocer la composición de su gabinete ministerial.
El hasta hace pocos días “cadáver político” del socialismo hispano tenía cartas ocultas que al ponerlas sobre la mesa anticipa una apuesta fuerte por un Gobierno de largo alcance, con objetivos concretos y acordes con lo que esperan los ciudadanos.
No le amilana que su partido tenga un número insuficiente de parlamentarios - 85 - para llevar a buen puerto unas propuestas que requieren de una mayoría holgada. Sánchez parece dispuesto a no dar su brazo a torcer aunque le cueste sangre, sudor y lágrimas.
Una primera mirada a la portada de los medios desmiente a quienes decían que Sánchez se había precipitado en su afán de echar de la Moncloa a Mariano Rajoy y que esa improvisación auguraba un fracaso a corto plazo.
Su Gabinete lo componen caras nuevas pero de larga y efectiva trayectoria y otros experimentados en política y en el desempeño de altos cargos. Destaca también la presencia de 11 ministras en un total de 17 Carteras. Se asegura que no hay precedentes en la democracia europea de tan elevado número de mujeres en un Gobierno.
En la tarea de poner a España un sello de izquierda progresista, fiel al europeísmo y con inquietud por lo social, Pedro Sánchez ha elegido a los futuros protagonistas de su Gobierno por su desempeño profesional más que por la militancia.
Economistas, jueces, abogados, escritores e incluso un astronauta han aceptado la proposición del nuevo presidente del Gobierno español.
La primera respuesta certera de Sánchez a quienes le acusan de aliarse con el independentismo para llegar al poder ha sido la designación del curtido socialista Josep Borrell en Asuntos Exteriores. Su nombramiento fue un jarro de agua fría para los secesionistas catalanes que golpean sin éxito las puertas de Europa para que apoyen sus demandas.
Borrell, también catalán, se ha caracterizado por desmontar allí donde haga falta los argumentos a los que recurre el independentismo para convencer de los beneficios de una República.
Otra catalana, Meritxell Batet, ocupará el ministerio de Administraciones Públicas. Ella será la encargada de reconducir las relaciones entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña, hoy en manos del independentismo. Batet es clave para llegar a acuerdos que no traspasen el marco de la Constitución.
La designación en la Cartera de Economía de Nadia Calviño, hasta ahora responsable de Presupuestos de la Unión Europea, ha recibido elogios de la banca y sectores empresariales. La subida de la Bolsa se interpreta como señal que la desconfianza que vaticinaba el presidente saliente, Mariano Rajoy, carecía de fundamento.
Además del independentismo catalán, el Gobierno español que surgió tras la moción de censura a Mariano Rajoy, se enfrenta a otros problemas prioritarios.
Elevar los presupuestos para educación e innovación tecnológica, modificar la reforma laboral, mantener el ascenso en la creación de puestos de trabajo, asegurar el futuro de las pensiones, mejorar la valoración de las universidades públicas, incentivar políticas favorables a la igualdad de género o la elaboración de la ley de cambio climático.
Mientras los socialistas, aún incrédulos, cantan victoria, el ex presidente Mariano Rajoy anuncia su retiro de la política y obliga al Partido Popular a encontrar a un líder capaz de reflotar a esa agrupación de derecha.
El desconcierto en el PP tras la inesperada derrota es aprovechado por el ex presidente José María Aznar, alejado de ese partido por propia voluntad, para enviar mensajes no precisamente de apoyo al abatido Rajoy.
Quienes han salido en su defensa le han recordado a Aznar que fue durante su Gobierno cuando hizo acto de presencia la corrupción y que nada hizo para extirparla.
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