Las declaraciones realizadas a un medio chileno por el candidato del presidente Trump a la presidencia del Banco Interamericano, Claver Carone, no son aceptables. Cuestionó la decisión chilena de inclinarse por la postergación de esa elección.
Varias razones justifican rechazar sus afirmaciones.
En primer lugar, las palabras del entrevistado no son sólo poco deferentes, sino insultantes para el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, al calificar su opinión de anticuada, como si estuviera hablando, según él, en 1959. Creo que el ministro Allamand tomó una decisión correcta.
Esa posición ha sido compartida por ex presidentes de la República de América Latina, ex cancilleres y distinguidos académicos y funcionarios estadounidense, incluso de las administraciones republicanas.
Es arrogante señalar que él haría la presidencia más inclusiva, diversa y eficaz en la historia del Banco Interamericano, menospreciando a personas destacadas de América Latina que lo han presidido desde los años 50, partiendo por el chileno Felipe Herrera.
En una reciente conferencia por Internet Claver Carone criticó a los ex presidentes de Chile, Brasil, México y Colombia diciendo que no era cierto que el presidente Eisenhower de Estados Unidos hubiera expresado que era política de EEUU que un latinoamericano presidiera el banco.
Claver afirmó que esa frase de Eisenhower se refería al Medio Oriente. O se equivocó o mintió, porque fue Eisenhower quien lo declaró en conversación con representantes del Medio Oriente, pero haciendo referencia específica a América Latina, como consta en los documentos pertinentes.
La posición de México, Chile, Argentina y varios de los países de la Unión Europea de preferir una postergación es una postura responsable. Postergar la votación respeta las normas, permite darse más tiempo y esperar la elección presidencial de Estados Unidos, para adoptar una decisión más serena.
Hay una razón adicional. El candidato del presidente Trump ha argumentado que su candidatura también responde a los intereses de seguridad de Estados Unidos, según la entiende el presidente Trump.
Sabemos que América Latina puede ser perjudicada por la pugna global entre China y Estados Unidos y, por tanto, debe proteger sus espacios de autonomía.
Malo sería que el BID sea un arma para presionar y afectar el interés nacional de cada uno de los países latinoamericanos.
Es de esperar que se reúnan los votos para postergar la elección, a fin de crear un ambiente más propicio a un entendimiento en las Américas.
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