Marzo comenzó con una excelente noticia: la propuesta de donación por parte de la Fundación Rewilding de 93.492 hectáreas para la creación de un futuro parque nacional en la localidad de Cabo Froward. De concretarse, se transformará en el primero de su tipo de la comuna de Punta Arenas, Región de Magallanes.
A través de áreas protegidas como la propuesta, logramos conservar ecosistemas altamente prístinos a nivel mundial, con las poblaciones más australes de especies amenazadas, como los huemules, pumas, chungungos, carpinteros negros, carancas y abejorros nativos, en bosques de cipreses de Las Guaitecas. Además, se protegen amplias extensiones de turberas, ecosistemas claves para la lucha contra la crisis climática, al almacenar y absorber grandes cantidades de carbono.
Nuestro gobierno está avanzando en construir una hoja de ruta que nos permita cumplir con la meta 30x30 del Marco Global de Biodiversidad -acordado recientemente en diciembre del 2022-, que plantea que al año 2030 el 30% del territorio y maritorio del país debe estar protegido de manera efectiva. Lo anterior implica que las áreas protegidas sean representativas de los diferentes ecosistemas del país y que cuenten con planes de manejo implementados para asegurar su conservación.
Al respecto, Chile aún tiene bastante que avanzar para hacer realidad esta meta. Debe enfocarse en la protección de ecosistemas endémicos en el norte y centro del país, así como implementar sistemas de gestión en las áreas protegidas que logren un manejo efectivo de las amenazas, restauración ecológica y trabajo con las comunidades aledañas en sistemas de gobernanza participativas. Experiencias de re-composición de las relaciones ecológicas, como las que ha promovido la Fundación Rewilding en zonas de la Patagonia chilena -en donde se han reintroducido especies como el puma- son ejemplos a observar y replicar de manera pertinente en otros territorios.
Para superar las brechas mencionadas, una pieza fundamental es la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Esta ley, que hemos denominado "Ley para la Naturaleza", instala por primera vez en Chile un organismo público que tiene como objetivo exclusivo el cuidado de la naturaleza dentro y fuera de las áreas protegidas del país. El año 2022 gran parte del esfuerzo ministerial estuvo dedicado a empujar su tramitación en el Congreso, logrando -con una amplia mayoría- salir de la Cámara de Diputadas y Diputados el pasado enero. Ahora vuelve al Senado, donde esperamos fortalecer algunas atribuciones de la futura institucionalidad, y confiamos que su tramitación será expedita.
La "Ley para la Naturaleza" es una política de Estado, que permitirá salvaguardar la biodiversidad de Chile y hacernos cargo con responsabilidad de propuestas de donaciones como las que hemos recibido en estos días. Enhorabuena.
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