Consulta ciudadana, nueva forma de gobernar

Cuando se quiere, se puede

Es lo que decimos frente a lo que está ocurriendo a raíz de la evaluación de la mina de carbón “El Tranquilo” en las cercanías de la ciudad de Puerto Natales. Aquí,  luego que diversos personeros, como el Seremi de Medio Ambiente, declararan que la idea de realizar un plebiscito en la provincia de Última Esperanza escapa del marco legal de su competencia y de la institucionalidad, y que tanto el Alcalde como el Concejo Municipal no tendrían las facultades legales para que esta consulta ciudadana sea vinculante, es necesario declarar que los Municipios sí pueden organizar un Plebiscito y que nada impide que se organicen consultas a la ciudadanía con diversas materias y de variadas formas.

Se debe aclarar, por lo tanto,  que la "Consulta Ciudadana" es un mecanismo de participación contemplado en el artículo 73 de la Ley N° 18.575, sobre las bases generales de la administración del Estado, que opera como un espacio para invitar a la ciudadanía a participar e incorporar sus opiniones para el mejoramiento de la gestión pública.

La Consulta  es, entonces, una importante herramienta democrática por medio de la cual los ciudadanos pueden opinar libremente sobre temas que la autoridad propone y que a la comunidad interesen; las autoridades podrán acatar esas opiniones ciudadanas e implementar las medidas que la ciudadanía demande o adherir a ellas.  Luego de lo anterior, podemos afirmar que sí existe marco legal para las consultas ciudadanas.

Ahora bien, cuando las autoridades de cualquier tipo no asumen esta posibilidad, o la legislación no es la más adecuada, las organizaciones pueden tomar la decisión de realizar la consulta que estimen pertinente, como lo hizo, por ejemplo, la Nueva Mayoría para elegir candidato en las pasadas elecciones de alcalde en Punta Arenas o en primarias para diputado hechas en la región.

Si algunas autoridades insisten en señalar que la decisión ciudadana no es vinculante para ellos, cabe la reflexión -ya generalizada- de encontrar razones para decir por qué la ciudadanía se aleja de la política y de los políticos.

Los plebiscitos y consultas son necesarias para fortalecer la democracia, otorgan una visión directa, basada en la participación de los vecinos. Aquí, más allá que si la consulta a realizar en Última Esperanza es vinculante o no, lo importante es destacar el carácter participativo de ésta y el real interés que existe en la comunidad por ser parte de los temas y las decisiones que los afectan en el diario vivir, y la obligación que emana de considerar esas decisiones ciudadanas. Los habitantes de la zona quieren y merecen opinar.

Con un plebiscito o consulta ganan los ciudadanos, los vecinos de la comuna y de la región, ya que este acto participativo permite que las decisiones no pertenezcan sólo al grupo de mandatarios o autoridades designadas, entregando así mayor legitimidad y siendo un ejemplo para el resto del país, al momento de demostrar la importancia de la participación en la toma de decisiones.

La consulta ciudadana se acerca a un nuevo estilo de gobernar, siendo un real ejemplo de gobierno que mira de frente a la gente, dialogante y participativo. Los vecinos organizados de Puerto Natales pueden realizarla.Siempre necesitaremos autoridades que más que oír, escuchen a la gente. La participación es escuchar a la ciudadanía y actuar en consecuencia.

Por eso, cuando se quiere, se puede.

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