Discapacitados, actores de la nueva Constitución

Sofía Villavicencio

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El pasado 25 de octubre el país fue testigo de una participación histórica en el Plebiscito Nacional 2020, el que determinó que la opción Apruebo se impusiera por un 78,27% al Rechazo, siendo la Convención Constitucional, con un 79,13%, el órgano votado por la ciudadanía para redactar la nueva Constitución, la cual garantiza la paridad de género entre las y los encargados de escribir la nueva Carta Magna.

A esto, debemos considerar que recientemente la Comisión de Constitución del Senado garantizó un 5% de personas con discapacidad (PcD) en las listas de candidatura para la Convención Constituyente.

Claramente, este hecho nos pone contentos, sin embargo, habría sido más justo que a los pueblos originarios se les ofrecieran las mismas condiciones y no los 23 escaños reservados.

A pesar de esto, nos gusta esta modalidad porque creemos que es más inclusiva, ya que lo importante es poder entrar en la competencia con el resto de los candidatos de igual a igual, mientras que lo otro (escaños reservados) nos parece un tanto paternalista.

Por eso, hoy, nuestro objetivo es ponernos la camiseta para avanzar en la construcción de la futura Constitución.

Para ello, esperamos que desde principio a fin sea escrita considerando a las personas con discapacidad, eso quiere decir que no queremos artículos extraordinarios o aparte, si no que cuando se piense en cada artículo se considera a las personas con y sin discapacidad.

Esto es lo mismo que hemos venido esperando del trabajo que lidera cada uno de los ministerios, pues consideramos que no basta con tener un Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS), ya que necesitamos que el trabajo por la inclusión sea transversal en temas como la educación, salud, obras públicas, entre otros.

Sin duda hemos visto avances significativos en materia de discapacidad, y desde las organizaciones que trabajamos por la inclusión lo valoramos tremendamente, a pesar de que aún hay mucho por mejorar.

Hoy estamos frente a una oportunidad única para que las PcD logren un mayor empoderamiento, sobre todo en los tiempos complejos que estamos viviendo en este contexto de pandemia.

Llegó el momento para que puedan dar un paso gigante y convertirse en actores principales del diseño de las políticas que tendrá la nueva Constitución, escrita por todos y todas.