El "acampe" en la Universidad de Chile y la pérdida del pluralismo y la tolerancia

Lo sucedido en la Universidad de Chile es grave porque afecta los principios de la tolerancia y el pluralismo. Estos son dos valores fundamentales para toda universidad y también para la convivencia democrática. En ese marco, la toma de la Casa Central y los ataques hacia la rectora Rosa Devés, que es la primera mujer líder de esta universidad, dan cuenta de una transgresión a lo que significa la vida universitaria.

El lienzo en la Casa Central de la universidad, donde se muestra a Netanyahu besando a la rectora Devés es la mejor prueba de la intolerancia y una ironía que parece más bien un acto de sorna.

Los alumnos que sostienen esta movilización se justifican diciendo que la universidad no ha condenado con fuerza los ataques al pueblo palestino y que, como gesto de repudio, no ha roto relaciones con las instituciones universitarias de Israel. Pues bien, vale la pena preguntarse ¿qué sentido tiene revocar convenios con universidades israelitas? Muy por el contrario, uno podría pensar que tener la posibilidad de conocer la cultura judía ofrece la posibilidad de dimensionar un conflicto complejo y, desde ahí, formular todas las críticas y observaciones que se estimen necesarias.

Se puede ser crítico con la actuación de Israel en la Franja de Gaza, pero aquello no justifica suprimir el espacio abierto que debe proteger toda universidad. Por cierto, todos condenamos los ataques indiscriminados sobre la franja y la muerte de personas inocentes, particularmente niños. Pero aquello es distinto a llevar a cabo un reproche utilizando la violencia como mecanismo de presión.

El "acampe" de algunos estudiantes de la universidad es un acto de violencia que afecta la esencia de la Universidad de Chile. Esto de marcar a los profesores para transitar es de una ignominia repudiable. Estas son formas propias de una mentalidad totalitaria, donde se sanciona o castiga a quienes piensan distinto.

"Por el desarrollo libre del espíritu" es el lema que la Universidad de Concepción utiliza para recibir a sus alumnos y que promueve en sus aulas. Lo menciono porque aplica a la confusión que hoy vemos en un puñado de estudiantes de la Universidad de Chile. Sinceramente, estos alumnos que promueven el "acampe" no saben el daño que se hacen y que le hacen a una universidad tan importante como la Casa de Bello.

La vida en la universidad requiere libertad, pluralismo y tolerancia, es decir, implica dotarse de un espacio protegido que permita el encuentro de ideas, de creencias y de convicciones diversas, más allá de toda legítima discrepancia. No puede ser de otro modo para un espacio que buscar formar personas de manera integral.

La Universidad de Chile ha sido una institución fundamental para la promoción de los debates que el país ha tenido durante buena parte de su historia republicana. Hoy la Casa Central de esta señera universidad está "tomada" penosamente por un "espíritu totalitario". Bien harían los alumnos movilizados recordar que el pluralismo y la tolerancia son pilares fundamentales para la vida académica y también para la vida social.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado