El bluff del Gobierno en seguridad

Daniel Rebolledo Di Girolamo

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En el lenguaje del póker, se llama "bluff" a la acción de hacerle creer al resto que harás algo cuando no tienes ni la intención ni las posibilidades de hacerlo realmente. Un término que, creo, puede ser tomado en préstamo para describir -con una precisión sorprendente- el discurso que el Gobierno y quienes lo representan han tenido al defender su gestión en materia de recursos en seguridad.

El Ejecutivo, en numerosas ocasiones, se ha referido con orgullo al aumento en el presupuesto de orden público y seguridad conducido por ellos. De esta forma, la ministra (s) vocera de gobierno, el Presidente Gabriel Boric en la Cuenta Pública y la exministra Carolina Tohá en varios momentos de su campaña han sostenido que este gobierno ha hecho esfuerzos extraordinarios en esta área.

Sin embargo, estas afirmaciones deben observarse con un ojo crítico. Lo anterior, porque el gobierno se ha limitado siempre a hablar de aumentos del presupuesto y no del gasto ejecutado. Es decir, de manera astuta, los representantes del oficialismo ponen el énfasis en aquellos recursos que prometieron gastar, y no en aquellos que efectivamente han gastado.

A este respecto, las cifras oficiales de la Dirección de Presupuestos (Dipres)⁽¹⁾ no admiten dos interpretaciones: el gasto ejecutado en orden público y seguridad en los últimos tres años no supera al gasto registrado previo a la pandemia. En otras palabras, a la fecha, este gobierno no ha generado un aumento excepcional en los recursos destinados a seguridad, y se ha limitado a intentar recuperar -sin éxito- los niveles de gasto que existían antes de que el Covid-19 modificara nuestras prioridades.

Adicionalmente, al analizar este gasto como proporción del gasto total del gobierno central, se observa que esta administración ha destinado un porcentaje menor que el registrado en gobiernos anteriores. Es decir, no solo el gasto efectivo ha sido más bajo que antes de la pandemia, sino que el énfasis presupuestario en seguridad ha disminuido, pese al aumento de la inseguridad en el país.

Al analizar el caso específico de las policías, el fenómeno es similar. En 2024 se gastaron casi 130 mil millones de pesos menos que en 2019. Además, en términos relativos, el actual gobierno presenta el gasto proporcional más bajo destinado a estas instituciones desde que se tienen registros.

Está claro que La Moneda no es ignorante respecto de estas cifras. Por el contrario, es de suponer que, de manera consciente, ha delineado una estrategia comunicacional con el fin de aparentar tener cartas que no tiene y así fingir una falsa satisfacción con su propio trabajo ante la ciudadanía. En concreto, están bluffeando, y ya es hora de que los otros jugadores del debate público rompan su fachada y les suban la apuesta.

^{(1) Estadísticas de las Finanzas Publicas 2015 – 2024}