El pasto de Wimbledon no es para las vacas, es para los campeones

Estamos a pocas horas del inicio de Wimbledon, el campeonato más antiguo del mundo que se juega desde 1877 y recordamos la frase que revivió Marcelo Ríos “el pasto es para las vacas”, pero que había acuñado el argentino Guillermo Vilas en los años setenta.

Nada más absurdo puesto que el propio Vilas debió tragarse esas palabras cuando ganó la final del Abierto de Australia que también entonces se jugaba en césped y de la que  debió arrepentirse Ríos cuando avanzó a los cuartos finales en Inglaterra.

Esta vez nuestro representante será Fernando González que debuta ante el ucraniano Alexander Dolgopolov, y que es junto a Ricardo Acuña uno de los dos únicos varones nacionales que avanzaron a los cuartos finales del campeonato inglés desde que es Open, con la presencia tanto de aficionados como de profesionales.

Haciendo historia, ambas campañas están bastante lejos de Luis Ayala que antes que se estableciera el profesionalismo avanzó en 3 ocasiones a la ronda de los 8 mejores sobre el césped inglés. Tampoco podemos olvidar previamente a la máxima jugadora nacional de todos los tiempos Anita Lizana, que alcanzó esa instancia en 2 oportunidades.

Anita Lizana en 1936, con 22 años, en su segundo viaje a Inglaterra, en este césped ganó 4 partidos del cuadro principal y cayó en cuartos finales con la local Helene Jacobs. Al año siguiente Anita pisó por tercera vez Wimbledon y cayó por segunda vez consecutiva en cuartos finales, ahora con la francesa Simone Mathieu  a la que había ganado en North Sumberland, Escocia y Bristol. Posteriormente, en septiembre ganó el Campeonato de Estados Unidos en el pasto de Forest Hills y fue estimada por los expertos como la número 1 del mundo.

Luis Ayala fue considerado entre los mejores especialistas en arcilla, pero en el pasto también fue muy bueno. Ya en 1957 alcanzó los octavos finales en Wimbledon, perdiendo con el gran jugador sueco Ulf Schmidt. Además alcanzó semifinales de dobles mixtos con su partner de siempre, la norteamericana Thelma Long.

Al año siguiente luego de ser finalista de Roland Garros, llegó a Wimbledon y tras ganar 4 partidos consecutivos cayó en los cuartos con el mejor jugador indio de la historia y especialista en esa superficie Ramanathan Krishnan. En el 59 repitió una actuación similar.

Ganó 4 partidos y perdió en los cuartos finales con el peruano Alejandro Olmedo, que a los pocos días obtuvo el título,  se nacionalizó estadounidense y más tarde  fue  ganador de la Copa Davis encabezando a los norteamericanos.

Finalmente en el año 61 Ayala decidió dedicarse sólo al pasto marginándose de Roland Garros. Tras ganar Bristol, llegó en plenitud a Wimbledon. Ganó brillantemente 4 partidos y enfrentó  al número uno, el australiano Rod Laver, en el partido  muy  duro para este, que ganó en 5 sets. Tres meses después Ayala ingresó al profesionalismo contratado por la Troupe de Jack Kramer

Ya en la era Open, pese a poseer especialistas en canchas rápidas como Jaime Fillol, que sólo llegó a octavos finales en una ocasión en 1974, en el 85 irrumpe Ricardo Acuña.

El jugador sorprendió a todos en la Catedral del tenis. Primero  porque jugó la ronda de clasificación, ganó 3 partidos y avanzó al cuadro principal. Ahí, con sus subidas a la red y sus voleas espectaculares ganó 4 partidos, dejando entre otros al especialista Pat Cash, australiano, y avanzó  en forma inesperada a los cuartos finales. Ahí se encontró con el norteamericano Jimmy Connors, que lo superó en un partido que en Chile se vio directo vía satélite. Connors era un jugador experimentado que ya había conquistado 2 veces el título en el campeonato inglés.

Pasaron 21 años, con un número 1 de por medio, Marcelo Ríos, que pese a criticar la superficie, llegó a  octavos finales en 1997 para que otro chileno alcanzara a la instancia de los ocho mejores. Fue Fernando González que el 2005, dejó en el camino a rivales importantes como el sueco Thomas Johansson, pero se encontró en el camino con Roger Federer que venía de ganar 2 consecutivos Wimbledon, y que lo superó en 3 sets para avanzar y ganar su tercer título.

El 2009 parecía que su meta era avanzar y superar en cuartos a un británico, el escoces Andy Murray, al que había ganado en Roland Garros, para conseguir su segunda mejor campaña y aspirar a algo más pero “el mosquito” Juan Carlos Ferrero se lo impidió. En 5 sets en un partido muy equilibrado en el que por errores no forzados, en momentos decisivos, González dejó pasar la oportunidad de seguir avanzando en la historia y quedó en el camino del césped inglés.

Este año González no está en la mejor forma, en su panorama aparecen Davis Ferrer y Roger Federer, pero como un verdadero campeón estará en el pasto  más que centenario Wimbledon.

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