El último fin de semana de octubre de este año habrá elecciones municipales, de alcaldes y alcaldesas y de concejales y concejalas; también regionales, de gobernador@s y consejeros y consejeras regionales. Son 4 papeletas que demorarán el sufragio de cada persona, lo que ha llevado al Servicio Electoral a solicitar una ley que autorice dos días de votaciones.
La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, declaró inmediatamente que esa decisión conlleva un alto riesgo de "fraude", parece una reacción compulsiva más que una conclusión debidamente meditada, propia de quien lo hace desde un ángulo estrictamente personal, pensando en su propia candidatura presidencial. No debe preocuparse, en democracia los oficiales y soldados que han resguardado los locales de votación han cumplido rigurosamente su juramento de respetar la voluntad ciudadana.
En alguna ocasión, en Talcahuano hubo una denuncia comprobada de civiles que penetraron en una madrugada a manipular un resultado, pero a favor de candidaturas del ámbito electoral cercano a la propia alcaldesa que hoy reclama.
La izquierda chilena, liderada por Salvador Allende, siempre ha tenido y tiene un objetivo que la ha cohesionado firmemente, durante décadas, con independencia de las divergencias tácticas que surgen en cada etapa política, ese gran propósito ha sido que el pueblo decida y que su mandato sea respetado.
La derecha a la que pertenece la actual alcaldesa de Providencia no puede decir lo mismo. Ha impuesto mediante el brutal uso de la fuerza y la perpetuación de un régimen dictatorial los objetivos de dominación que se ha propuesto.
Salvo en la dictadura impuesta por la derecha, los oficiales y soldados de nuestra patria han velado rigurosamente por la inviolabilidad de las urnas que han debido resguardar. En las próximas elecciones no me cabe duda que sucederá de la misma manera. Nuevamente, tendremos en Chile elecciones libres, universales y con voto secreto.
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