Son diversos los países que están siguiendo el juego de Trump y Estados Unidos, en cuanto a políticas fascistas, con predominio de uso de las armas y el empleo del ejército.
Mauricio Macri, presidente de Argentina, tiene a su gobierno evaluando la entrada de las fuerzas armadas al combate al narcotráfico y el terrorismo, por cierto con el apoyo de Israel y Estados Unidos.
En Perú, se aprobó el año pasado la modificación al Decreto Legislativo 1241, que tiene como objetivo fortalecer la lucha contra el narcotráfico, y para ello otorga la facultad a las Fuerzas Armadas de efectuar interdicción terrestre, acuática y aérea.
Y en nuestro país, el Presidente Sebastián Piñera firmó esta semana un decreto que le da atribuciones a las Fuerzas Armadas para combatir el narcotráfico y crimen organizado en las fronteras del país.
Es decir, el mismo día que debatíamos en el Senado como limitar los recursos de Codelco hacia las Fuerzas Armadas, el Presidente anuncia que va a combatir el Narcotráfico en la frontera con el Ejército, contradiciendo lo que dijo el propio Ministro del Interior Andrés Chadwick hace solo un mes, cuando recalcó que las fuerzas armadas no servirían para este propósito.
No se logra comprender. Es una medida populista e ineficiente.
¿No sabe el Presidente Sebastián Piñera que las FFAA no pueden ejercer roles internos en seguridad, ya que la Constitución no lo permite? El orden público y la seguridad interior son funciones de Carabineros y la Policía de Investigaciones, estipulado por el Artículo 101 de la Carta Magna. A las FFAA no les corresponde perseguir delitos.
Piñera tendría que hacer una Reforma Constitucional si quisiera proseguir con su idea, pues las ramas castrenses solo pueden colaborar en áreas civiles en emergencias como terremotos, apoyando logísticamente, para lo cual no se necesita un decreto especial ni un estado de excepción constitucional.
Entonces, ¿qué tan preparadas están nuestras FFAA para combatir el narcotráfico?
¿Está en su malla curricular?
¿Reciben formación en esta materia?
¿Hay grupos especializados del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, o Piñera solo quiere poner armas letales en la calle y en nuestras fronteras para amedrentar?
Sin duda nos va a generar roces geopolíticos con nuestros países vecinos Bolivia y Perú, pues es un acto de agresión, que puede generar roces diplomáticos que atentan contra la buena relación entre países limítrofes, con quienes se debería estar cooperando y coordinando acciones en conjunto.
La presencia de militares chilenos, muy probablemente, motivará el movimiento de tropas de los países vecinos, sumando tensión a las relaciones bilaterales y dificultando la fluidez del comercio y el vínculo de las comunidades andinas que durante generaciones atraviesan las fronteras a diario. Esto es todo lo contrario a una política de integración latinoamericana.
Junto con ello, el Ejército no está entrenado para resistir la infiltración del Narcotráfico. Ocurrió en Colombia y México. Es más, en México entre 1994 y 2015, 1383 soldados de élite desertaron para unirse a los carteles.
Asimismo, Colombia lleva 10 años aplicando una política militar con grupos especializados en el combate contra la producción y exportación de cocaína, sin embargo, los resultados son negativos y la misma política ha agravado el problema. Colombia es según el último informe de la ONU, el país que produce el 70% del total de la cocaína que se consume en el mundo.
El trabajo en contra del Narcotráfico requiere inteligencia, infiltración, acciones coordinadas con la Fiscalía y el Ministerio Público; nada de esto podrán hacer las fuerzas armadas. Pues la lucha contra este flagelo debe darse en forma conjunta entre cuerpos de la policía, la inteligencia estatal y el poder judicial
Está decisión sin duda debe involucrar también al Senado. El Presidente no puede decidir el movimiento de tropas, de asalto, de guerra, en tiempos de paz y democracia sin la consulta al Senado de la República. Voy a ingresar un Proyecto de Ley a la brevedad para que se discuta sin falta.
Y si queremos enfrentar de verdad al Narcotráfico, y se faculta para que se revisen las mochilas de nuestros jóvenes, de nuestros estudiantes, es hora entonces de que se puedan revisar las cuentas bancarias nacionales e internacionales de las autoridades.
Partiendo por el Presidente de la República.
Es en base al Derecho a la Igualdad ante la Ley, que presentaré un Proyecto de Reforma Constitucional que levante el secreto bancario, para que los fiscales y la Unidad de Análisis Financiero tengan acceso inmediato y permanente a los pagos a autoridades políticas y militares, incluyendo a las iglesias.
Que no sea el Banco, Instituciones Financieras o casas de cambio las que deban reportar si ven algo sospechoso. Que haya control preventivo bancario a los políticos.
Pues no puede ser que se cargue la mano a los ciudadanos, a los adolescentes, y no a los poderosos, pese a que hemos visto casos de corrupción, perdonazos, venta de derechos sociales como educación y pensiones, impunidad corporativa como en la colusión o leyes que benefician a unos pocos.
La lucha contra el crimen debe ser efectiva e igualitaria. Si el que nada hace nada teme, como ha dicho el Presidente Piñera, entonces, levantemos el secreto bancario para las altas autoridades políticas, por lo que espero que más senadores y senadoras firmen mi proyecto y lo debatamos rápidamente.
Si el gobierno defiende el Control de identidad para menores de edad, y quiere llevar a las FFAA a la frontera, postulamos el necesario control ciudadano de los políticos y altas autoridades del Estado, quienes de momento, siguen evitando ser fiscalizados.
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