Ojalá sigamos bien

Mariano Ruiz-Esquide
Ultimos publicados:
Hace bastante tiempo planteé en el Senado, en esta misma columna y en otros medios la urgente necesidad de llegar acuerdos racionales y permanentes entre el Gobierno y la Oposición.

Señalé específicamente que eso no significaba ni frenar el debate el debate sobre ideas concretas de cada coalición o abjurar de algunos de los puntos que llenan el debate de hoy.

Mi proposición significaba simplemente tres cosas:

1. Mejorar el respeto entre los interlocutores y respetar la verdad ajena propio de un país civilizado.

2. Eso significaba también, volver al lenguaje propio de una democracia, donde como dice Jacques Maritain, la democracia también es Educación.

3. Llegar a acuerdos básicos sobre temas esenciales del país y en los que, salvo excepcionalísimos casos, hay cierto acuerdo universal.

Algunos de estos puntos son:

• El valor de la democracia, que en el debate actual pareciera estar muy desacreditado porque no nos olvidemos que el gran aporte de la Democracia fue la Renovación Socialista en este punto.

• El respeto a las instituciones esenciales del sistema republicano chileno.

• El cumplimiento de un rito democrático representado en el intento de remover el binominal y volver a un sistema electoral claramente representativo.

• Avanzar en los temas que hoy son conflictivos en el país como la brecha económica, la Reforma Tributaria adecuada y más profunda que la propuesta.

• Resolver la incertidumbre y la dispersión en materias de salud y educación.

• Avanzar en un compromiso ético porque no es posible que se sigan produciendo situaciones como la Polar, Johnson,etc, que enajenan el respeto de la democracia para zanjar situaciones altamente vergonzosas.

• Finalmente, un Código de Ética categórico y sujeto al control suficiente como para que se el punto de inflexión del ejercicio reciente de la política.

Hace algunos días, la Concertación encomendó al Presidente del Senado que se encargara de buscar estos acuerdos mínimos y también se han escuchados voces aceptatorias, en partidos de la Alianza, que abren un espacio para estos acuerdos esenciales que permitan continuar sin angustias el Gobierno del Presidente Piñera y el reconocimiento de la ciudadanía a la Oposición chilena.

De ahí el título de esta columna porque se ha reconocido la necesidad de actuar en esta línea y con ello que debemos preocuparnos del estado psicosocial del país frente a algunos signos que nos inquietan.

Entre ellos, la presentación sin decoro de homenajes y documentales sobre el dictador que aún tiene muchos adherentes a pesar de lo que su gobierno significó.

Asimismo es conveniente asumir el estado de minoría que tiene el Gobierno y también la Oposición y observar ciertas posiciones de ultra izquierda que no alientan a un debate sobre el futuro de Chile.

Los que vivimos situaciones anteriores que parecieran reconocibles hoy nos preocupa lo que sucede pero nos alienta esta nueva disposición a los acuerdos.

En los tiempos de mayor preocupación y dificultades repito lo que he señalado: no se humilla quien ruega por la patria. “Tengo una camiseta política pero mi piel es chilena”.

Primero Chile, luego los partidos, después yo.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado