Por la neo-liberal, no

La Democracia Cristiana tiene una tradición institucional que ni la Derecha ni sus medios de comunicación han considerado ni respetado nunca. Nuestros planteamientos y decisiones políticas son fruto de Congresos ideológicos, Juntas Nacionales y Consejos Nacionales que se realizan periódicamente y cuyos integrantes son elegidos democráticamente por los militantes.

No es la perfección pura, pero nuestros procedimientos dan garantías de legitimidad a la acción política del PDC. Esto, obviamente, no existe en todos los partidos.

Será por eso que me alegra ante todo constatar que entre los firmantes de la carta ¿Progresismo sin Progreso? promovida en los medios de la prensa escrita –todos sabemos en manos de quién está- y firmada por sólo 26 militantes y simpatizantes, no están connotados y connotadas camaradas que sí han hecho enérgicas críticas a la gestión política del Gobierno, pero desde la perspectiva partidaria y con el debido respeto a los mandatos de nuestros organismos superiores.

En el manifiesto publicado en El Mercurio – hecho no menor que debe ser un elemento a analizar políticamente -  se llega al núcleo de la crítica cuando se afirma rotundamente que “se impone una tendencia que privilegia expandir el rol del Estado” que, a juicio de los y las camaradas y simpatizantes firmantes, debe ser sólo “subsidiario”.

De esta manera contradicen de una manera rotunda el artículo 49 de los Acuerdos del V Congreso del Partido cuando se señala taxativamente, 49. i) Avanzar hacia un nuevo cuerpo normativo constitucional que defina a Chile como un Estado Social y Democrático de Derecho.En pocas palabras, ya no más subsidiario, según la óptica neo-liberal que transpira la carta.

Como si fuera poco, en el mismo articulado, el organismo máximo del PDC indica que hay que: iii) Otorgar al Estado los medios para participar en forma directa y eficiente de bienes y servicios de interés social cuando esto sea necesario.

Nada más claro que en la Educación, en el sistema tributario, en las normativas laborales, por nombrar sólo tres áreas claves de la vida social de Chile, en las que el Estado es requerido por la mayoría ciudadana que eligió el Gobierno de Michelle Bachelet.

Es más, el artículo 53 del V Congreso Ideológico del PDC es muy claro. Concebimos una economía en que el Estado, las empresas y las comunidades actúen concertadamente. Queremos un Estado que sea garante de la protección social en un mundo global.

En su artículo 54, el Congreso del PDC enfatiza que el crecimiento integral requiere un Estado fuerte, amable y eficiente. De allí surge la urgente necesidad de generar una mayor capacidad de diseño y ejecución de programas públicos para las rectificaciones requeridas.

El evento partidario, realizado en el 2006, o sea hace 10 años, ya anuncia la Reforma Tributaria cuando expresa. para que el Estado sea eficiente y eficaz en este rol se requiere que cuente con el financiamiento adecuado. Contamos para ello con el destino del actual superávit estructural; debemos avanzar al equilibrio estructural. Pero, más allá de ello, el actual sistema tributario debe corregirse para mejorar su progresividad y su rendimiento. Lugar prioritario ocupa un combate intensificado a la evasión tributaria, la eliminación de franquicias regresivas y el aumento de la progresividad efectiva.

Finalmente, el V Congreso del PDC pide: Más y mejor Estado que fomente la profundización democrática y resguarde la estabilidad macroeconómica; que garantice la sostenibilidad de un sistema de promoción y protección social no sólo focalizado en la población más pobre sino también que provea de los medios para la movilidad social a los sectores medios de la población; que regule el buen y correcto funcionamiento de los mercados; que provea eficientemente los bienes y servicios que la sociedad le demande; que articule la cooperación pública-privada para el fomento del desarrollo productivo y exportador de Chile y que fomente el desarrollo productivo apoyando la innovación tecnológica de nuestras empresas.

Guinda para la torta. En materia de relaciones laborales el V Congreso del PDC mandata a sus militantes en el artículo 76 a Garantizar el  derecho a huelga. Es esencial garantizar constitucional y legalmente el derecho efectivo a la huelga, eliminando todo obstáculo que impida el libre ejercicio de la misma, tal como la posibilidad de reemplazar a los trabajadores en huelga.

Entonces, las críticas y sugerencias que cada militante demócrata cristiano quiera plantear respecto del accionar del Gobierno de la Nueva Mayoría debe enmarcarse en el ideario del Partido y no según los intereses personales o de grupo. Quizás haya otras instancias políticas en las que puedan legítimamente explayarse y con mayor comodidad. Por la Neo-liberal. Pero en el PDC, no.

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