#Presupuesto2019, cuando lo que se impone es el diálogo

Una vez sincerados los alcances de las partidas que el Gobierno pretendía derivar a distintos ítemes, no pudimos obviar el recorte de algunos ministerios como Subdere, Cultura y Ciencias. Pero más allá del reclamo, decidimos proponer reasignar montos desde el Tesoro Público, que había crecido en un 56,9%, según el proyecto original.

Recurso ante la caída  presupuestaria en áreas que nos parecen relevantes y que buscamos revertir en la Comisión Mixta ante la inusitada expansión de la Provisión de Financiamientos comprometidos.

Y es que estamos claros que esta reserva incluye los recursos para financiar proyectos en trámite, un colchón para el Ejecutivo.

Pero, ¿qué pasaba con proyectos como el que regula la Convivencia Escolar? O¿con el desarrollo Regional, donde tan sólo se inyectaba un 1% más?

Y si bien que no estoy de acuerdo en desvestir un santo para arropar a otro, se hizo necesario buscar alternativas de financiamiento porque sin duda existe espacio para crecer en los ministerios que han visto mermado su presupuesto.

Nuestra apuesta se basó en lo preocupante de la escasa inversión regional, a lo que se suma que en cinco regiones cayeran los recursos para SERVIU, donde Coquimbo hubiese contado con menos 22 por ciento. Esto es especialmente alarmante al comparar los índices de carencia habitacional según CASEN 2017 y la también dramática caída del presupuesto de proyectos de Desarrollo Urbano (- 12%).

Nos ocupó que el Presupuesto 2019 de FONASA cayera en 6,3%, y nos parecieron  insuficientes los $ 470 millones para la Red de Clase Media que anunció el Gobierno, una cifra exigua para cumplir la promesa mediática anunciada en cadena nacional.

Por ello, insistimos en solicitar información detallada sobre la intención de distribución de este Erario Nacional, porque nos  sobran razones, pero no los recursos para garantizar lo que nuestro país ya avanzó en torno a alcanzar mayor justicia social.

Este fin de semana varios leímos la entrevista al ex Presidente Ricardo Lagos, quien aseveró que estamos lejos de ser una Oposición ordenada, con ideas. Porque para tenerlas hay estar tranquilos, sin sacar cuentas. Válida autocrítica. Pues bien, este acuerdo es una muestra de esa Oposición ordenada con la idea clara de sacar adelante un Presupuesto 2019 que responda a las necesidades de nuestra gente.

Aquello es trabajar sin cálculos electorales y el resultado está a la vista con una redistribución del Tesoro Público que va en directo beneficio de la ciudadanía con un incremento en la inversión regional por diez mil millones de pesos, facilitar la compra de terrenos para viviendas sociales; incremento para Serviu de mi región, lo mismo en 6 mil millones para subsidio al transporte público en regiones.

Además de incorporar más de mil millones para proyectos Junji y recursos para Convivencia Escolar.

Por cierto, logramos sacar también adelante más recursos para Educación Superior Pública por 8 mil millones,  incremento en programa Conicyt por 2 mil 500 millones y cultura por mil 200 millones de pesos.

Así como una inyección de mil millones al programa de recuperación ambiental en zonas saturadas como Quinteros y Huasco. 

Es obvio que quedaron temas pendientes, pero el objetivo de revertir caídas que nos parecían graves son un pequeño logro en el avance hacia la tan esperada articulación de la bautizada actual fuerza opositora.

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