¿Qué es el voto programático?

Cuando ejercemos el deber de votar, nos preguntamos ¿por qué voy a votar por este candidato (a)? o mejor aún ¿cuáles son las propuestas o cual es el programa del candidato o la candidata por cual vamos a votar? Algunas personas lo hacen, otras simplemente no le asignan una importancia a esa dimensión y optan por atajos informacionales, como aspectos religiosos, de clase social, simpatía, sonrisa, parentesco, cariño, ideológicas, etc.

El llamado “voto programático” es un mecanismo de democracia participativa mediante el cual los ciudadanos que votan imponen como mandato al que eligen el cumplimiento del programa de gobierno que haya presentado en la respectiva campaña electoral.

Esto implica necesariamente un esfuerzo adicional de parte del ciudadano y es que deben conocer los programas de gobierno que los candidatos proponen, como por ejemplo, los proyectos y las ideas que estima implementar en áreas como salud, vivienda, educación, previsión social, entre otros aspectos.

Asimismo, conocer qué es lo que puede o no puede hacer un determinado cargo de un poder del Estado. Esto es de vital importancia dado que en medio de campañas electorales resulta frecuente escuchar a candidatos que dicen “me la jugaré por un hospital”, “las pensiones son indignas y las aumentaré”, “donaré la mitad de mi sueldo”, “haremos un camino en este sector”, “me la jugaré para que lleguen empresas que den trabajo” “despediré a todos los malos funcionarios”, etc, etc, etc.

Muchas de esas cosas a veces no se pueden cumplir en un periodo de gobierno, otras simplemente no dependen del cargo al que se está postulando, y otras definitivamente no se pueden hacer por parte de quien lo propone.

En definitiva, mediante el voto programático el candidato elegido está obligado a cumplir con el programa de gobierno que propuso, pues, si no lo hace la población puede invocar mecanismos de participación política como la revocatoria del mandato para removerlo de su cargo.

Un ejemplo de aquello fue lo que sucedió con la alcaldesa de Lima el año 2013 en donde se vio sometida a este mecanismo de democracia (ver ejemplo en este link https://es.wikipedia.org/wiki/Consulta_popular_de_revocatoria_de_marzo_de_2013)

¿Para qué sirve el voto programático? En concreto es una propuesta orientada a la modernización de la cultura política, al fortalecimiento y madurez de los procesos electorales pero por sobre todo es un mecanismo que permite diseñar campañas asentadas en la realidad electoral para lo que se postula y para lo que realmente te habilita el cargo.

Esto permite reducir las falsas expectativas que promueven candidaturas que no pueden cumplir lo que prometen. Por otra parte, se persigue que los propósitos de quien aspira a un escaño de representación encuentren su principal base en la viabilidad, ya que hace que los candidatos se midan en la contienda electoral por sus promesas de campaña, es decir, evita que dichas promesas se transformen en estrategias electorales y puedan ser efectivamente una hoja de ruta respecto de lo que van a hacer si llegan a ser elegidos.

Con ello se permitiría a la ciudadanía, hacer un seguimiento respecto de cómo está haciendo su gobierno en relación a los compromisos contraídos en campaña.

Finalmente, contribuye a la educación cívica, ya que obliga al candidato a prometer lo que el cargo le permite, y no cosas que están fuera de su alcance o corresponden a otro poder del Estado.

Cada elección es una oportunidad para que podamos ejercer nuestro deber o derecho a voto, pero también nuestro derecho a aprender y a mejorar nuestra democracia. Este mecanismo es una vía y una buena alternativa para ello. En noviembre vienen elecciones, ponga atención en los programas y en las promesas de campaña.

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