"Turismo electoral": Una acusación mediocre

Grace Agosin

Ultimos publicados:

• "Turismo electoral": Una acusación mediocre
• Ya no es "solo" un día de furia
• Santiago es Chile

De cara a las elecciones municipales, es imperativo abordar el concepto "turismo electoral", que condiciona las capacidades de los candidatos a su pertenencia a la comuna, lo que es -a mi juicio- un grave error. Cuando en Chile pensamos en un alcalde o alcaldesa, imaginamos a una persona idónea que se dedique a temas claves como la prevención del delito, adecuada provisión de salud y educación pública, creación/mejoramiento de espacios públicos y transparencia, entre otros. En ese marco, el carácter "local" no es lo más importante, y está demostrado.

¿Cuántos de nosotros vivimos en una comuna en que el alcalde es, a la vez, un vecino y simplemente ha tenido una mala o pésima gestión? Al revés, ¿cuántos que no viven en la comuna han sido ediles ejemplares? Es evidente que ser un alcalde-vecino no define el éxito en materia de administración municipal.

El concepto "turismo electoral" es tan equívoco que según la encuesta Black & White de enero 2024, entre quienes conocían a cada uno de los alcaldes y alcaldesas, Evelyn Matthei fue la mejor evaluada, con un promedio de 5,3; le seguía Tomás Vodanovic, con un 4,9. Ninguno de los dos reside en la comuna que lidera.

Por otra parte, en abril de 2024, la encuesta Plaza Pública-Cadem reveló que Irací Hassler y Daniel Jadue son alcaldes "por debajo del 40% de imagen positiva" (35% y 23% respectivamente), es decir, están entre los políticos peor evaluados por los chilenos. ¿Qué observar? Ambos residirían en la comuna, es decir, no son "turistas electorales". Esto demuestra que la categoría de "local" no garantiza una buena gestión.

Muchos son los alcaldes que van a la reelección y que, ante un adversario que no vive en la comuna, se apresuran a deslegitimarlo por esa única razón. Este criterio es un sinsentido, generalmente levantado como bandera de lucha por candidatos "locales" mediocres.

Siguiendo con el análisis cuantitativo (no estamos hablando de partidos ni de política): Manuel José Ossandón no vivía en Puente Alto y fue alcalde de esa comuna durante tres periodos consecutivos. En el año 2000 ganó con el 45% de los votos; en 2004 fue reelecto con 60% y en 2008 alcanzó su tercer mandato con 70%, todo ello siendo un "turista electoral".

Por otro lado, llama la atención que, siendo local, la alcaldesa de San Antonio, Constanza Lizana, fuera la peor evaluada según una encuesta regional de la Fundación Piensa en septiembre de 2023, con 5% de aprobación a su gestión.

Ser alcalde requiere ciertamente conocimiento territorial, pero es un elemento que se puede adquirir con disciplina y compromiso, recorriendo la comuna con detalle y dedicación a los temas que los vecinos más demandan. Por el contrario, las capacidades, el conocimiento de la administración pública y la trayectoria no se desarrollan fácilmente, son fruto de la experiencia.

La calidad del candidato no tiene relación con su domicilio, por lo tanto, calificar o querer denostar a alguien llamándolo "turista electoral" es contraproducente para quienes habitamos un territorio y esperamos que las propuestas, capacidades y competencias sean los elementos centrales de un alcalde o alcaldesa.
El actual gobernador Claudio Orrego fue alcalde de Peñalolén, resultando vencedor en 2004 con 48,6% de los votos y siendo reelecto en 2008 con el 58,42%. Fue elegido en 2007, por sus pares y junto a Johnny Carrasco (Pudahuel), como el mejor edil de la Región Metropolitana. La distinción se repitió al año siguiente. Si Orrego, que conoce la Región Metropolitana como la palma de su mano, quisiera ser alcalde, sólo podría postular en la que vive, para no ser acusado de "turista electoral". Pues bien, creo que podríamos concordar en que sería un edil excepcional en cualquiera de las 52 comunas de la Región Metropolitana.

Es importante que los votantes sepan identificar cuando candidatos mediocres usan su pertenencia como principal argumento para captar votos. Se puede ser un excelente o un pésimo alcalde siendo vecino o "turista electoral".