El día de ayer, junto con mis colegas de bancada, presentamos un proyecto de acuerdo, para construir entre todos, un gran acuerdo nacional, en donde los demócratas cristianos, manifestamos nuestra disposición a trabajar por el bien del país en los principales temas que hoy aquejan a los chilenos.
Entre uno de estos temas, está la situación de tensión permanente entre quienes vivimos en la región de La Araucanía, en la que ningún actor político ha sido capaz de abordar, de tal manera, que la región supere su condición de pobreza y de violencia.
En el último tiempo, han existido diversas propuestas, entre las que se encuentran las del ex senador, y ahora ministro de Defensa, Alberto Espina y la del ex intendente y actual senador por la región, Francisco Huenchumilla.
Ambas iniciativas, establecieron ciertas bases para la elaboración, al final del gobierno de la Presidenta Bachelet, de un proyecto de ley que creaba un Plan Especial de Inversiones para el Desarrollo Regional y Territorial de la Región de La Araucanía.
Este proyecto de ley, fue trabajado arduamente por todos los parlamentarios de la zona, y de forma transversal, con autoridades y asesores del gobierno. La propuesta representó un gran avance para la región, porque estableció un marco de acuerdo entre los diversos actores políticos de la zona.
El Presidente Sebastián Piñera, comunicará al país, su estrategia y propuesta para enfrentar los graves problemas que afectan a La Araucanía. Sin embargo, como actor político de la región, aún no he sido convocado y para enfrentar un problema país, se requiere de unidad.
También se deben abordar diversas aristas, entre las más relevantes: fomentar la inversión pública y privada en la región; dar acceso preferencial a nuestras familias a la vivienda, salud, educación y a programas sociales; mejorar el acceso de los pequeños campesinos a riego y a una mejor organización para su producción, como la creación de cooperativas; mejorar la inteligencia de las policías y dotar de tecnología para hacer frente a los hechos delictuales; establecer ciertos beneficios tributarios para fomentar la instalación de empresas en la zona; establecer una mesa permanente de evaluación e implementación de políticas compuesta por las autoridades regionales, sector productivo e instituciones de educación; fomentar el turismo y la identidad cultural por medio de la participación de los diversos actores en un consejo regional.
Estos son algunos de los puntos que me parecen relevantes y necesarios para construir un gran acuerdo nacional, para que la región de La Araucanía supere su condición de pobreza y de inestabilidad social, y alcance los índices máximos de desarrollo humano por el bienestar de todos sus ciudadanos.
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