La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile tiene el honor de acompañar y apoyar los esfuerzos del país en la construcción de un futuro más saludable para todas y todos. Chile ha demostrado liderazgo y compromiso en la prevención y control de las enfermedades crónicas no transmisibles, un desafío que afecta a millones de personas y que requiere la acción decidida de toda la sociedad.
Las enfermedades crónicas -como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias- no solo impactan la salud individual, sino que también representan una amenaza para el desarrollo y el bienestar de nuestras comunidades. Sabemos que estas enfermedades están estrechamente relacionadas con nuestros hábitos diarios: la alimentación, la actividad física, el consumo de tabaco y alcohol.
Desde la OPS y la OMS, hemos impulsado el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles, extendido hasta 2030. Este plan es una hoja de ruta que invita a los países a priorizar la prevención, fortalecer la atención primaria de salud y crear entornos saludables para todas las personas.
Chile ha sido pionero en la región con políticas públicas innovadoras. La ley de etiquetado frontal de alimentos, vigente desde hace más de una década, ha permitido a las familias tomar decisiones informadas y proteger su salud. Esta medida, reconocida internacionalmente, ha inspirado a otros países y sigue siendo un ejemplo de transparencia y responsabilidad.
Más recientemente, la ley 21.778, que promueve la actividad física y el deporte en los establecimientos escolares, representa un paso fundamental para combatir el sedentarismo y fomentar estilos de vida activos desde la infancia. Esta ley no solo incentiva el movimiento, sino que también fortalece la cohesión social y la cultura local, elementos esenciales para el bienestar integral.
Nuestra organización promueve las llamadas "mejores inversiones" en salud pública, como intervenciones comprobadas y costo-efectivas para reducir los principales factores de riesgo. Chile ha avanzado en la implementación de estas medidas, demostrando que el compromiso político y social puede traducirse en resultados concretos.
Sin embargo, debemos reconocer que las leyes y políticas, por sí solas, no bastan. La prevención y el control de las enfermedades crónicas requieren la participación activa de todos los sectores: familias, escuelas, empresas, municipios y medios de comunicación. La salud es una responsabilidad compartida. En tal sentido, hacemos un llamado a seguir fortaleciendo las acciones que ya han dado frutos y consolidar las estrategias, iniciativas y programas intersectoriales para generar hábitos saludables.
Desde la OPS, estamos comprometidos con la iniciativa "Mejor Atención para las ENT", que busca fortalecer la atención primaria y acelerar la adopción de estándares y estrategias para el control de las enfermedades crónicas en Chile.
El camino no es fácil, pero Chile ha demostrado que es posible avanzar con decisión y creatividad. La acción multisectorial, la innovación y el liderazgo son claves para enfrentar los desafíos de la salud pública. Juntos, podemos construir un país más sano, activo y solidario, donde la prevención y el bienestar sean una realidad para todas y todos. Reafirmamos nuestro compromiso de seguir acompañando a Chile en este camino, convencidos de que la salud es el mayor patrimonio que podemos dejar a las futuras generaciones.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado