GPT-4, nuevo chatbot de inteligencia artificial, permite producir textos de alta calidad y complejidad, tan bien escritos, articulados y llenos de matices que a muchos asusta: mientras algunos lo ven como un enemigo, otras personas ya le están pidiendo que redacte textos, sintetice libros, escriba cartas, invente poemas, canciones, historias de ficción, guiones e incluso que de consejos.
¿Desafío u oportunidad para la educación superior? Como profesor e investigador, tengo una visión crítica pero optimista sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la academia. Creo que es necesario establecer mecanismos de control y verificación para evitar el plagio, la desinformación y la pérdida de rigor académico.
Al mismo tiempo que debemos ser capaces de adaptarnos, reformular las metodologías de enseñanza y evaluación, convirtiendo a las IA en herramientas aliadas en el proceso de aprendizaje más que enemigos, pudiendo mejorar la calidad y la eficiencia, siempre que se use con criterio y responsabilidad.
Estamos frente a una tremenda revolución tecnológica que abre nuevas puertas al conocimiento humano, ¿aprovechamos o nos quedamos atrás?
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