Milei, el populismo y el maltrato del conocimiento

El 10 de diciembre del año pasado asumió la presidencia de la República Argentina el candidato populista de derecha y "libertario" Javier Milei. Libertario es un término tomado desde el anarquismo(1), y manoseado y desvirtuado por algunos "seres de luz", inmaculados y todopoderosos, para quienes la ley de oferta y demanda debe ser la premisa que gobierne al mundo.

A la fecha, el gobierno de Milei ha cumplido con su programa de gobierno, con políticas de shock disminuyendo el gasto fiscal, lo cual, ligado a un adormecimiento del pueblo argentino, tiene a más del 50% de la población bajo la línea de la pobreza(2). Un 50% de pobreza esperable, para una política que busca el equilibrio fiscal macroeconómico, sacrificando aportes sociales y vendiendo los activos estatales para disponer de recursos frescos a corto plazo.

Esta realidad y tipo de políticas no son nuevas en nuestro continente y en Argentina comenzaron en 1976, bajo la dictadura de José Alfredo Martínez(3) y se profundizaron en democracia, con el despojo de las capacidades del Estado que realizo Carlos Saúl Menem(4), dando un corto periodo de buenas vacas. En Chile, la historia fue similar, con la aplicación de un modelo de neoliberalismo extremo impuesto en dictadura, por los tristemente célebres "Chicago Boys"(5). Estos personajes perversos, generaron una política de despojo a mansalva de los bienes del Estado incluidos nuestros recursos naturales, empresas estratégicas e incluso, e incluso bienes estratégicos como la propiedad del agua y generaron un sistema de protección extrema a lo privado contra lo público(6)(7).

La efervescencia de privatización de los "Chicago Boys" llevó incluso a declarar derechos fundamentales, como salud y la educación, como bienes de consumo. Al igual que en Argentina, este modelo fue perfeccionado en democracia, con la ley de educación superior del señor José Joaquín Bruner, en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle(8) y la privatización o concesión de las deudas de los estudiantes a la banca privada con el invento CAE, de un desmemoriado Ricardo Lagos Escobar(9). De ahí en adelante, salud y educación dejan de tener la importancia relevante y tal como lo reconoció "san" Sebastián, antes de ser canonizado, "la educación es un bien de consumo", como un completo, una polera o un celular(10).

Un país donde la educación o la ciencia se vuelven un bien de consumo no tiene mucho más que hacer. Los intangibles, que provienen de la educación y por ende al desarrollo científico, son aquellos elementos que pueden apoyar un posible desarrollo económico. La educación fue clave, por ejemplo, en la recuperación de Japón post Segunda Guerra y clave en el desarrollo de Corea, ligado a políticas de Estado, donde toda la clase política fue capaz de llegar a un acuerdo(11). Nuestras democracias, en Latinoamérica, parecen no entender que hipotecar la educación y la ciencia solo marcan pauta del refrán: pan para hoy y hambre para mañana.

La Argentina de Milei es un ejemplo de esto, restando importancia a la ciencia, llevándola desde ser un ministerio a una subsecretaria, y peor aún, generando una destrucción de la institucionalidad de educación superior y científica desde los cimientos(12). Una destrucción que lleva Alejandro Cosentino, un economista experto en inversiones(13), que poco o nada debe saber de los 3 científicos argentinos que fueron galardonados con los Premios Nobel en ciencias(14). Tal es el impacto, de las políticas de Milei, que 68 nobeles reaccionaron ante la desproporción de las políticas y maltrato de la investigación e investigadores en Argentina(15), como también habían reaccionado en nuestro caso por los científicos y exiliados en la dictadura de Pinochet(16), que significo la pérdida del 21,5% del total nacional de investigadores, quienes tuvieron que abandonar el país durante el año del golpe(17).

¿Qué quedará en Argentina si no se detiene esta destrucción organizada del aparato científico? En nuestro país el debate aun está al debe, y lo ha estado desde la dictadura que impuso a la fuerza un sistema de organización y uso de recursos para la ciencia(18). Si bien varios hemos crecido en la ciencia conociendo sólo este modelo, es necesario preguntarse si es el mejor modelo, no para el desarrollo personal, sino para apoyar al desarrollo de nuestro país. ¿Son necesarios más recursos para ciencia por curiosidad, como creen algunos opinantes de la ciencia?, o de poder incrementar recursos, no será mejor desarrollar una ciencia por misión(19). El definir objetivos científico-tecnológicos a largo plazo y desde los territorios parece ser un plan más aterrizado, como fue planteado en el documento para la innovación en el gobierno de Bachelet I y que fue borrado con el codo por Piñera I(20). ¿Queremos sólo una ciencia ligada a ideales "libertarios" o por curiosidad?, o una ciencia por misión para apoyar el desarrollo y generación de valor agregado a nuestra productividad(21).

Una revolución cultural en la ciencia fue esbozada en el programa de gobierno del Presidente Boric, desafortunadamente es muy probable que este punto, así como gran parte del programa, terminará sólo como una buena idea. Es más, ya pasados 2 años de gobierno es difícil que se llegue a la revolución científico-tecnológica del programa. Será imposible llegar a algo como lo fue la creación de Corfo por el Presidente Pedro Aguirre Cerda, lo cual llevo a un cambio en la generación de una matriz productiva importante que marco el siglo XX(22), y que aún es la base de la innovación asociada a nuestro país en el sector productivo. El estancamiento del programa y la incapacidad de poder llegar a esta revolución productiva se debe -a mi parecer- a la ausencia de consensos, dado que se requiere y se necesitan mayorías, con políticos no mezquinos, partidos no fundamentalistas y un conocimiento y compromiso de los ejecutores mismos del programa de gobierno. Desde mi corta visión, que no está ligada al poder, los ejecutantes directos no tenían compromiso ni conocimiento del programa y la oposición es una derecha fundamentalista y mezquina, sin visión de Estado.

¿Estamos a salvo de que un gobierno populista nos imponga un proceso similar para las ciencias Chile? Por cierto que no estamos a salvo. Recordemos que la ultraderecha populista dio una probada en las elecciones pasadas. Y si bien a nivel de ciencias nuestro sistema ya es bastante "libertario" y requiere, a mi juicio, pensar e implementar cambios a largo plazo con una visión de Estado, sectores fundamentalistas podrían llevar a su destrucción, como está ocurriendo lamentablemente en Argentina.

(1) libertario, libertaria | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE
(2) Javier Milei: éxitos en política fiscal, pero más pobreza
(3) El modelo económico de Martínez de Hoz
(4) Presidencia de Carlos Menem
(5) Patricio Meller: "Los Chicago Boys quebraron el país"
(6) LA CRISIS FINANCIERA CHILENA
(7) Pensiones: Cómo la ciudadanía financia a las grandes empresas que violan la ley
(8) ¿Cómo llegamos a tener un sistema escolar gobernado por el mercado?
(9) Deudores CAE contra Ricardo Lagos por no reconocer su responsabilidad política
(10) Presidente Piñera: La educación es un bien de consumo
(11) Educación y desarrollo social
(12) La motosierra y la licuadora argentina contra la investigación científica
(13) De ministerio a secretaría: los cambios de la gestión científico - tecnológica en la era Milei
(14) Anexo:Premios Nobel de Argentina
(15) 68 scientists Nobel Prize-winner signed a letter against the adjustment of Argentinean science
(16) Correspondencia a través de la revista Nature: el debate que hubo entre investigadores chilenos y extranjeros en dictadura
(17) La fuga forzada de cerebros
(18) Orígenes y desarrollo de una política científica nacional en Chile: Conicyt, 1967-1981
(19) Ciencia orientada v/s ciencia por curiosidad
(20) HISTORIA DEL CONSEJO EN CHILE
(21) Investigación por curiosidad o por misión
(22) Corporación de Fomento a la Producción (1939-1952)

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