Proyecto de ley de Transferencia Tecnológica: ¿Paso adelante hacia el desarrollo basado en conocimiento?
La innovación es clave para enfrentar los desafíos de Chile, y la propuesta de ley para crear Empresas de Base Científico-Tecnológicas (EBCT) representa un avance significativo. Este proyecto ofrece una oportunidad para fortalecer la transferencia tecnológica desde las Instituciones de Educación Superior (IES) hacia la sociedad, reconociendo su papel fundamental en la formación, investigación y aplicación del conocimiento en beneficio del país. La creación de EBCT podría dinamizar el ecosistema de innovación y contribuir al desarrollo económico basado en el conocimiento.
En Chile se han realizado esfuerzos importantes para movilizar el conocimiento hacia el sector productivo. Desde la creación de Conicyt en 1967, que en 2020 se transformó en ANID con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MCTCI), se han implementado iniciativas como el Fondef (1991) para acercar el conocimiento universitario a la industria y los Centros Basales (2006), que han buscado fortalecer la colaboración entre instituciones académicas y sectores productivos estratégicos.
En este contexto, Corfo ha sido un pilar fundamental al promover, a través de sus distintos proyectos, alianzas entre universidades, centros de investigación y empresas. La creación de Centros Tecnológicos en 1999, los Consorcios Tecnológicos Empresariales de 2010, hasta programas como Ingeniería2030 en 2013 y Ciencia2030 en 2018, transferidos posteriormente a la ANID en 2024, son una muestra tangible de aquello.
Las universidades no solo forman profesionales, sino que generan conocimiento aplicado en diversas áreas. Ejemplos como la tecnología antisísmica en Chile o la inmunización frente al virus sincicial demuestran la relevancia de la transferencia de conocimiento desde la academia a la sociedad. Dado que más del 70% de la investigación se financia con fondos públicos, su impacto social y económico debe ser tangible, y el proyecto de ley de transferencia tecnológica podría facilitar este proceso. Desde la Red de Innovación del CUECh, destacamos puntos clave de esta propuesta , resaltando cómo sus disposiciones impactarán en la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico en nuestras universidades estatales.
En primer lugar, el proyecto facilita la participación de investigadores y académicos en EBCT. Al eliminar barreras y establecer regulaciones claras, este proyecto no solo permite que el conocimiento universitario se convierta en soluciones prácticas, sino que también impulsa la creación de empresas innovadoras que tienen un impacto positivo en la economía nacional. Las universidades del CUECh, bajo el nuevo marco, están llamadas a trabajar juntas para definir normativas alineadas con la ley de Educación Superior, garantizando igualdad de condiciones con los planteles privados.
En segundo lugar, este proyecto no solo reconoce el valor de la investigación financiada con fondos públicos para generar cambios sociales directos, sino que también prepara el terreno para que los investigadores transformen su conocimiento en emprendimientos que contribuyen al desarrollo del país. Además, subraya el rol crucial de las universidades en la formación de profesionales capacitados en transferencia tecnológica, acelerando estos procesos y contribuyendo a la formación de futuras generaciones.
Fomentar la creación de EBCT en el ámbito universitario convierte la ciencia en un motor de innovación, al tiempo que ofrece a los investigadores y académicos la oportunidad de impactar directamente en la sociedad, promoviendo la equidad social, generando empleo y soluciones a los desafíos del país.
No obstante, también surgen preocupaciones. El diseño normativo introducido por el artículo 9 podría promover un modelo de contratación público-privada que, aunque fomenta la colaboración para la innovación, impacta en la normativa tradicional del sector público. Esto podría generar incertidumbres sobre el rol de los investigadores como agentes de transferencia tecnológica y plantea interrogantes sobre cómo garantizar mecanismos de compensación justos y transparentes. Es esencial gestionar estos cambios cuidadosamente para preservar la integridad y la objetividad de nuestras instituciones académicas, asegurando que la colaboración con el sector privado no comprometa los principios de transparencia y equidad que deben regir en el sector público, pero además no nos instale en desigualdad de condiciones respecto las universidades privadas.
También, la falta de recursos para implementar herramientas clave como el repositorio de resultados y el sistema de ciencia abierta es un punto crítico. Ambas son esenciales para democratizar el acceso al conocimiento, pero su éxito depende de un financiamiento adecuado, aspecto que aún no está resuelto en el proyecto de ley. En general, este aspecto es abordado de un modo superficial y requiere una revisión mayor, que podría ser discutida en otro marco normativo.
El proyecto tampoco aborda con suficiente profundidad las disparidades entre universidades estatales y privadas. Las universidades estatales enfrentan exigencias adicionales que limitan su competitividad en el ecosistema de innovación, lo que merece mayor atención. Las universidades estatales deben cumplir con normativas más estrictas en términos de transparencia y rendición de cuentas, lo que aumenta la carga administrativa y retrasa la capacidad de respuesta en proyectos de investigación y desarrollo. Este tema debe ser abordado para fortalecer la competitividad de nuestras universidades en el ámbito global de la innovación.
Los ecosistemas de innovación y emprendimiento son fundamentales para potenciar y hacer sostenible los procesos de transferencia de conocimiento. En este sentido se deben reconocer los grandes esfuerzos que han realizado algunos ecosistemas regionales para fortalecer sus entornos y articulaciones. Es imprescindible que se aborden los mecanismos de financiamiento para que las IES regionales puedan generar programas a largo plazo que les permitan estar en condiciones similares a lo largo del país
La Red de Innovación del CUECh seguirá siendo un actor activo en esta discusión. Valoramos los esfuerzos por construir un marco normativo favorable a la innovación, pero hacemos un llamado a perfeccionar el proyecto de ley, considerando las especificidades de las universidades estatales, resguardando la protección de resultados de investigación obtenidos por las IES y asegurando los recursos necesarios para su implementación exitosa.
Nuestro compromiso es con un Chile donde el conocimiento científico se aplique eficazmente para enfrentar los desafíos sociales, económicos y medioambientales. Creemos que este proyecto de ley puede ser transformador si se ajustan las piezas faltantes, y estamos dispuestos a aportar desde nuestra experiencia y visión para lograr este objetivo. Estamos convencidos de que, con el enfoque adecuado, este proyecto puede marcar un antes y un después en el camino hacia una sociedad más innovadora, inclusiva y sustentable.
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