Hacer un balance del trabajo que realizamos en la Seremi de Vivienda y Urbanismo Metropolitana durante el año 2020 no sólo significó ver cifras, proyectos finalizados y dar cuenta de nuevas obras. Nos hizo recordar lo extremadamente complejo que fue para todas y todos, tanto en el ámbito personal como profesional.
Nos vimos enfrentados a obstáculos impensados y la realidad económica y habitacional golpeó a muchos chilenos que perdieron sus fuentes laborales y en algunos casos, los obligó a dejar sus casas y buscar donde vivir, en lugares desprovistos de todo servicio básico.
La Región Metropolitana, con sus 7 millones de habitantes, tuvo que sortear todas estas dificultades y Santiago, al ser una megaurbe, quedó muy expuesta a estas problemáticas. El aumento en la cantidad de campamentos fue radical, así también el hacinamiento que se vive en muchos hogares. Por eso, nuestra labor en la Seremi, y también en Serviu, tuvo un doble desafío. Nos obligó a multiplicar los esfuerzos y la creatividad para solucionar los nuevos problemas habitacionales de forma urgente y expedita, pero a la vez, pensar en métodos para que los funcionarios y funcionarias pudieran trabajar con todos los resguardos sanitarios.
Pero fue un gran desafío que asumimos con responsabilidad y vocación de servicio porque entendemos la importancia de una vivienda digna para cada habitante. Pero también tomó aún más valor el hecho de vivir en barrios bien conectados con espacios públicos de calidad, que transforman completamente las vidas de las personas y hacen de nuestra ciudad un lugar mejor.
El 2020 en la Región Metropolitana se entregaron 86 mil subsidios que fueron destinados para construcciones de nuevas viviendas, mejoramientos y subsidios de arriendo. Y, además, a través del Fondo Nacional de Elección de Vivienda se iniciaron 24 nuevos proyectos habitacionales. Pero también nuestros programas como Quiero mi Barrio y Hogar Mejor no se paralizaron. Buscamos la forma de conectarnos con nuestros vecinos para que confiaran en que, pese a no poder estar siempre en terreno, seguiríamos trabajando para ellos.
El programa Hogar Mejor, que está destinado a mejorar casas o departamentos, condominios sociales y equipamiento comunitario, intervino en 46 comunas logrando mejorar la calidad de vida de más de 31 mil familias. Y el programa Quiero mi Barrio tuvo un aumento explosivo en la cantidad de comunas que se incorporaron. Fueron en total 33 nuevos barrios que contaron con un marco de inversión total de 27 mil millones de pesos. Una política pública transversal que ha sido exitosa en gran medida por la motivación y participación de los vecinos que deciden en qué proyectos quiere invertir los recursos y cómo quieren hacerlo, para mejorar su entorno.
Estos son sólo algunos de los resultados de nuestro trabajo el 2020, pero el más importante fue reinventarnos en medio de un complejo escenario sanitario que aún continúa, para cumplir con las expectativas y necesidades de quienes son el eje de cada decisión que tomamos: nuestros vecinos.
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