El Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF) acaba de lanzar la segunda versión de la Encuesta de Bienestar Social (EBS), correspondiente al 2023; la primera medición fue el 2021. Este es un instrumento muy importante para las políticas públicas, puesto que está diseñado para recabar información relativa a las distintas dimensiones que conforman el Bienestar Subjetivo (BS) de las personas. Dicho de otro modo, mientras que la encuesta Casen se enfoca en las variables de índole más cuantitativo, la encuesta de bienestar social pone el foco en lo cualitativo, haciéndose cargo así de las recomendaciones de la famosa Comisión Stiglitz (2009).
Lo que propuso esta comisión es que las oficinas de estadística de los países deberían comenzar a recabar información de índole cualitativa, que pudiera ser capaz de capturar las experiencias hedónicas de las personas, complementando así la mirada cuantitativa predominante sobre el Bienestar Social (BS). Desde entonces, los países han avanzado en esta dirección. Así las cosas, Chile recoge el guante, y en el 2021 lanza la primera versión de la EBS. En términos concretos esta EBS busca proporcionar un "diagnóstico completo del bienestar y de las oportunidades que tienen las personas en el país, contribuyendo al diseño, desarrollo y evaluación de políticas sociales" (MDSF, 2024).
Dentro de los principales resultados (sólo descriptivos, sin análisis de causalidad) destacan un alto nivel de satisfacción con la vida entre la población -78,4% declara sentirse muy satisfecho con su vida-, un leve deterioro en los niveles de salud mental -con brechas de género significativas, y una disminución en el bienestar de la población entre 45 y 59 años de edad. El informe menciona que en 2021 se identificaron los siguientes nudos críticos: Inseguridad económica, falta de tiempo, entorno inseguro y una escasa cohesión social. ¿Cuánto hemos avanzado en desatar estos nudos? Claramente, no mucho.
Con todo, y gracias a este tipo de fuentes de información, se han realizado interesantes investigaciones las cuales se han publicado en prestigiosas revistas científicas internacionales, y hoy conocemos un poco más sobre los "drivers" del BS de nuestra población. No obstante, aún queda un trecho por andar. En particular, hoy día la EBS sólo permite contar con una foto de la población -lo que llamamos un corte transversal-, pero no tenemos la posibilidad de seguir a las personas en el tiempo, tal como se hace con datos longitudinales, lo cual es particularmente importante en el estudio del BS (por el rol que juegan las variables no observables en el comportamiento de las personas). Ese tipo de datos nos permitirían conocer de manera más precisa los "drivers" del BS, y a la vez explorar nuevas preguntas que aún quedan por responder.
Un último comentario: Note que a pesar del efecto que tiene el teletrabajo sobre el Bienestar Social, la encuesta 2023 apenas indaga en esta cuestión. A propósito del interés que existe en poder diseñar políticas que permitan complementar de mejor forma la vida laboral con la vida familiar (recuerde el nudo "falta de tiempo"), el teletrabajo emerge como una modalidad que vale la pena seguir investigando en cuanto a cuáles sus efectos sobre el BS y salud mental.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado