Ante el complejo escenario económico de 2023, donde el empleo y la inversión son temas cruciales, se destacan contradicciones evidentes en la ejecución del presupuesto público, particularmente en el ámbito del Ministerio de Obras Públicas (MOP). A pesar de los esfuerzos del ministro de Hacienda por fomentar un ambiente propicio para la inversión y de la ministra de Obras Públicas por cumplir con las metas definidas, medidas administrativas -como la impuesta por la Dipres y el Ministerio de Desarrollo Social- han restringido la capacidad de esta institución, que es la que mayor inversión realiza anualmente en el país.
La evaluación social y la discusión sobre la admisibilidad de "Contratos de Conservación" generan una doble exigencia para los contratos de construcción de caminos los que -al ser autorizados- incluyen su mantenimiento. Así, al evaluar las conservaciones se está incurriendo en un doble proceso, lo cual parece un sinsentido. Esta doble evaluación no solo ralentiza la acción sobre la infraestructura vial, sino que también pone en riesgo su operatividad a largo plazo, especialmente, en caminos de estándares más bajos, afectando directamente a comunidades y municipios.
La conservación representa la mitad del presupuesto anual de la Dirección de Vialidad del MOP. Estos contratos son de fácil ejecución y no tienen impacto presupuestario futuro. Aunque el control presupuestario es necesario, hay oportunidades en que su localización no es la más adecuada ni oportuna. La menor ejecución de este año, que bordea el 20%, podría traducirse en la pérdida de hasta 20 mil puestos de trabajo en el sector de la construcción, el que actualmente está afectado por la menor actividad económica en el país.
Es esencial que los organismos revisores tomen medidas pertinentes para permitir que el MOP despliegue plenamente su actividad en el próximo año. La agilización de procesos y la eliminación de barreras administrativas redundantes son clave para garantizar que las señales pro inversión se traduzcan en acciones concretas. El enfoque debe ser encontrar un equilibrio entre el control presupuestario y la eficiencia en la ejecución, evitando que medidas administrativas bien intencionadas se conviertan en obstáculos para el desarrollo y la creación.
En resumen, la contradicción entre la búsqueda de inversión y las medidas que limitan la capacidad de acción del MOP en el presupuesto de 2023 es evidente. Aprender de estas experiencias y tomar medidas correctivas será crucial para garantizar un uso más efectivo de los recursos públicos en el futuro.
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