La pequeña minería sí contribuye a generar valor para el país

“El minero se descubre cuando se mide contra un obstáculo.”

Chile es considerado, como un país minero de excelencia, un modelo para el mundo que gracias al exitoso rescate de 33 mineros atrapados bajo tierra a 700 metros de profundidad, logró la simpatía mundial visto por más de 1.200 millones en todo el orbe.

Derivado de esta epopeya, la minería es la mejor marca de Chile, ha contribuido a disminuir la pobreza de manera asombrosa, en los últimos veinte años, tres millones de chilenos dejaron de ser pobres, pero todos estos resultados en su gran mayoría es de la industria en general, pero también ha contribuido la pequeña minería.

Por más de cien años la minería ha sido el pilar fundamental en que se sustenta el desarrollo económico, político y social de Chile, solo en los últimos siete años le ha aportado al país el 15,7 % del PIB y el 64% de sus exportaciones, en resumen es el sector más competitivo y de clase mundial que presenta Chile al mundo.

Pero hay una gran deuda con su pequeña minería, muchas veces se le critica y no se le toma en cuenta por explotar las riquezas minerales con muy poco contribución a la economía nacional, se le ha estigmatizado como una “lacra social” o sencillamente un problema para los distintos gobiernos de turno, que no la entienden o prefieren tratarla como una simple contingencia social, incluso algunos economistas de antaño, la trató como un factor de extrema pobreza.

Pero nada de ello es verdad, la opinión pública debe entender que nuestra pequeña minería tiene una incidencia del 1,6% del PIB minero, con aproximadamente una producción de 85,1 Ktpa.En el año 2012 generó un empleo directo de casi 8.000 trabajos, con una incidencia del 11,2% del total de la fuerza laboral en la minería, pero si consideramos el total de trabajos directos y subcontratados esto ascienden a 54.000 empleos aproximadamente.

Los pequeños mineros y su minería artesanal desde su cuna son soñadores, perseverantes, apasionados por el trabajo en la minería, se caracterizan por que familias enteras hasta cuatro generaciones, continúan los laboreos en busca del apreciado filón de oro.

La pequeña minería es un eterno proyecto de exploración y prospección, su cubicación de recursos y reservas mineras es precario y derivado de esto, no tienen acceso a financiamiento del sistema financiero.  Pero la historia indica que los grandes descubrimientos de yacimientos chilenos famosos han sido gracias a esos esforzados pequeños mineros, es bueno que el país les haga un reconocimiento público y apoye esta digna labor.

Los pequeños mineros y pirquineros son expertos en enfrentar la incertidumbre geológica y los riesgos que deparan del trabajo diario.  Muchos de ellos no han ido a las más importantes Escuelas de Minas del país, tampoco son especialistas en mecánica de roca, ni tienen acceso a los softwares mineros, pero tienen la suerte de haber ido a la mejor universidad del mundo: “la universidad de la vida”.

Algunas soluciones que a mi juicio deben implantarse de inmediato son entre otras las siguientes:

- Tener acceso al sistema financiero.

- Modernizar los instrumentos de fomento y aumentar los montos de prospección de recursos y reservas de la ENAMI.

- Enami una biblioteca de conocimientos que debe modernizarse y aplicar el concepto de ley de corte a sus plantas de procesos y a los poderes de compra es la recomendación de la economía minera moderna.

- Crear un instrumento ad hoc para la función de prospección de recursos y reservas en base capital de riesgo, se sugiere aplicar parte del exitoso modelo depletion allowed aplicado en Canadá y USA.

- Tener acceso al mercado de capitales para generar fondos para la explotación y prospección minera.

- Modernizar los planes de estudios de las distintas escuelas de minas, para darle mayor realce a la función de la pequeña minería. En esta dirección está la UDLA

- Tener un mayor apoyo de asistencia técnica competente a la pequeña minería, de modo de apoyar el desarrollo minero y la función de cubicación de recursos y reservas para hacerla más competitiva.

- Crear institutos profesionales exclusivos para formar técnicos para la pequeña minería.

- Conformar una institución gremial, exclusiva de la pequeña minería y minería artesanal que los represente y apoye.

La deuda histórica que tiene el país con la pequeña minería es momento de empezar a saldarla, ellos casi nunca están en los grandes titulares de los diarios, pero sí en los grandes descubrimientos y en el desarrollo del sector. 

Sea mi reconocimiento para esos esforzados mineros, que con su trabajo y vocación también contribuyen al desarrollo económico del país.

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