Expomin 2025 ha sido la mejor feria que hemos visto en los últimos años. Contó con un récord de más de 1.300 expositores provenientes de más de 35 países, un pabellón dedicado a la innovación, y un récord de 83.498 visitantes. Además, 4.000 personas participaron en la feria durante el Día Ciudadano. La presencia de ministras y ministros de Estado también marcó un hito importante en el evento.
La feria tuvo una oferta casi inigualable. Incluso en el estacionamiento se ofrecían servicios que sorprendieron a los asistentes (los que estuvieron presentes entenderán). Fue un evento de lujo que refleja la magnitud de la inversión proyectada en la minería para los próximos años. La cartera de proyectos mineros es la mayor registrada en la última década, alcanzando los $83.181 millones de dólares distribuidos en 51 iniciativas de inversión. La minería chilena, sin duda, es un pulmón vital para la economía, aportando el 15% de las inversiones totales y contribuyendo con el 10,5% del PIB nacional.
Sin embargo, la principal necesidad que tendrá la minería en los próximos años será la disponibilidad de profesionales capacitados. Un análisis presentado en febrero de este año por la Alianza CCM-Eleva, con la colaboración de importantes empresas mineras, reveló que para 2032 se necesitarán más de 34.000 nuevos profesionales. Esta demanda surge principalmente por dos factores: la necesidad asociada a nuevos proyectos y la jubilación de una parte significativa de los trabajadores actuales, lo que plantea una urgencia en el recambio generacional.
Además, se estima que el 55% de los nuevos profesionales estará enfocado en labores de mantenimiento, área donde las tecnologías avanzadas y la digitalización serán una ayuda significativa pero insuficiente para cubrir la necesidad latente. La tecnología tiene un impacto dual en la minería: por un lado, puede eliminar algunas funciones tradicionales, pero por otro, genera nuevas oportunidades relacionadas con el uso de sistemas avanzados y la gestión de datos. Por ello, la adaptación y capacitación de la fuerza laboral son cruciales.
Por otra parte, es importante analizar las cifras de inclusión femenina en la industria minera, lo que permitirá fomentar y promover el crecimiento de la participación de mujeres en el sector. En agosto de 2024, la ya mencionada Alianza CCM-Eleva también publicó el Monitoreo de Indicadores de Género, el cual destaca que la participación femenina en la gran minería ha crecido significativamente en la última década, alcanzando 21,8% en 2024.
En Idiem avanzamos en el desarrollo profesional al abordar esta necesidad y trabajamos intensamente en la formación de nuevos talentos. Además, hemos obtenido la certificación NCh3262, lo que refleja nuestro compromiso con la inclusión femenina. La adopción de tecnologías y nuevas formas de trabajo constituye una actividad clave que debemos asumir con responsabilidad para mantener nuestra posición como proveedor estratégico de la minería a mediano plazo.
Si bien en Expomin participaron proveedores de profesionales como universidades y empresas de reclutamiento, estos no serán suficientes para satisfacer la demanda de trabajadores capacitados y con experiencia requeridos para desarrollar los proyectos en cartera.
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