Talento joven para industrias inteligentes

La transición de la economía global a la cuarta revolución industrial y a las industrias inteligentes tiende a asociarse con la destrucción de los empleos históricamente desarrollados por seres humanos. Sin embargo, esta premisa difiere del escenario que tecnologías como la inteligencia artificial están configurando en el mercado del trabajo.

El informe 2025 sobre el futuro del empleo, del Foro Económico Mundial (FME), proyecta que en la segunda mitad de la década se generarán hasta 78 millones de nuevas oportunidades laborales en el mundo. Esto es resultado de la creación de 170 millones de empleos versus la pérdida de otros 92 millones, como consecuencia de la adopción de herramientas 4.0 y otros factores (entre ellos la transición verde).

En otras palabras, la generación de nuevos trabajos prácticamente duplicará la destrucción de posiciones que no tendrán cabida en la nueva economía. El avance de la era 4.0 constituye una enorme oportunidad tanto para las propias organizaciones, que deberán operar en un entorno digital altamente desafiante, caracterizado por tecnologías como la robótica, la realidad virtual y los modelos predictivos a partir de información de sensores.

La humanidad ha convivido históricamente con estas grandes evoluciones y los individuos han sabido adaptarse para encontrar su posición en la cadena productiva. Como nativos digitales, las nuevas generaciones tienen, en este contexto, la oportunidad de protagonizar estos avances. Hoy, incluso, se acuña el concepto de mentoring inverso (talento joven enseñando sobre nuevas plata-formas a los más experimentados).

El FME (Feature Manipulation Engine) advierte que la principal barrera para la transformación digital es el desfase en la cualificación laboral. Se calcula que el 40% de las capacidades para los nuevos empleos deberá evolucionar, lo que incrementará la demanda por especialistas en ámbitos técnicos (IA, big data y ciberseguridad) pero también de aquellos con habilidades propiamente humanas (pensamiento creativo, resiliencia y flexibilidad).

Una combinación de ambas cualidades tendrá cada vez mayor relevancia en un mercado de trabajo en rápida evolución, y donde el 60% de la fuerza laboral necesitará mejorar o readaptar sus competencias. Los desafíos, en resumen, son transversales a todos y todas: el conocimiento técnico por sí solo no será suficiente, pero tampoco la experiencia sin adaptación tendrá la oportunidad de contribuir a la gran transformación industrial de nuestra era.

En Idiem creemos que evolución hacia las industrias inteligentes, requiere que los profesionales potencien sus capacidades. No solo es necesaria la experiencia para abordar los proyectos, sino que también necesitamos talento joven, nativos de la tecnología y lo digital.

Los profesionales de mayor experiencia son capaces de traspasar técnica y expertise a los más jóvenes, este proceso conocido como mentoring es de gran utilidad para los jóvenes. Sin embargo, el mentoring inverso será fundamental para dar el paso a las industrias inteligentes. Durante el 2024 trabajamos con más de 30 alumnos en práctica profesional, sin contar el número de profesionales recién egresados que ingresan a Idiem. Durante el 2025 continuaremos potenciando el trabajo con jóvenes profesionales, con la convicción que con el talento joven continuaremos nuestra larga historia de competitividad en la industria.

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