¿Cómo promover el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes en estos tiempos?

Desde inicios de la pandemia, lo que coincidió con el comienzo del año académico 2020, el profesorado y el sistema educativo en general se han visto fuertemente desafiados. Los docentes enfrentaron drásticos cambios en el aula: pasar de una modalidad de enseñanza presencial a una online, cambiar textos y pizarras por presentaciones virtuales, viviendo el fenómeno de las pantallas apagadas, con mínima participación del estudiantado en las actividades que realizaban.

Adicionalmente, el sistema escolar se enfrentó a una alta tasa de deserción escolar, a problemas de aprendizaje (como el rezago lector de niños y niñas) y a un contexto de violencia que se encuentra presente en muchas escuelas (recordemos el video del estudiante golpeando a su profesor en un liceo de Buin). Estos tres ámbitos han sido abordados por el Mineduc en su Plan de Reactivación Escolar, que busca revincular al estudiantado con sus escuelas, fortalecer los aprendizajes manteniendo la priorización curricular, desarrollar un Plan Nacional de Tutorías, y abordar la convivencia y salud mental de los y las estudiantes.

Las consecuencias en el profesorado han sido notorias. Un aumento en la tasa de estrés, un alto nivel de burnout y de licencias médicas podrían ser causantes de que no sigan ejerciendo la profesión o, como ellos mismos dicen, cuelguen el delantal.

Entonces, considerando el contexto actual que estamos viviendo ¿cómo se puede promover el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes? Si bien no existe una única fórmula, la literatura señala algunos aspectos importantes a tener presente y en el cual poner foco:

  • Conocimiento del estudiantado: el conocer a cada uno de ellos permitirá atender, de manera efectiva, a la diversidad que tiene el profesorado en el aula
  • Evaluación formativa: monitorear constantemente el aprendizaje de los y las estudiantes permitirá la toma de decisiones informadas basadas en evidencia que promuevan el aprendizaje de todos
  • Uso de los datos: que las evaluaciones no sean el fin último, sino que una constante fuente de información que permita conocer el nivel de logro de los estudiantes, como también de todo el curso
  • Metodologías de enseñanza: el profesorado debe transitar de un rol centrado en el docente a uno centrado en los estudiantes, entregándoles a ellos un mayor protagonismo en su proceso de aprendizaje, pasando de dominar la clase a mediar los procesos. Para lo anterior, se debe promover el uso de metodologías activas, como, por ejemplo, aula invertida, juegos de roles, estudios de caso, gamificación, aprendizaje basado en proyectos o en problemas, design thinking, entre otros
  • Ámbito socioemocional del estudiantado: estar atentos a los niños, niñas y adolescentes, de cómo son las relaciones sociales que establecen entre ellos. Se debe intentar detectar a quienes están más aislados, tanto en clases como en los recreos y buscar dinámicas que los ayuden a integrarse y formar lazos con sus compañeros
  • Autocuidado: la salud mental del profesorado ha estado en juego este último tiempo, por lo que sería importante que los establecimientos educacionales consideren establecer ciertas rutinas que promuevan su bienestar como, por ejemplo, integrando pausas activas o saludables
  • Trabajo colaborativo: los profesores no deberían trabajar solos. Tienen colegas de nivel y ciclo que pueden ser un gran aporte a su labor. Se debe avanzar en la formación de comunidades de aprendizaje en donde se compartan buenas prácticas que promuevan de esta manera un fortalecimiento de la docencia. También se debe trabajar mancomunadamente con otros estamentos, como por ejemplo con los y las integrantes de los PIE y otros especialistas que apoyen la labor docente

Si bien muchos de estos aspectos son orientaciones para el profesorado, no todo debe recaer en ellos, sino también en las directivas de las escuelas, quienes deben facilitar las condiciones para que los y las docentes puedan desenvolverse de manera óptima para cumplir su labor. Dentro de esto se encuentra el generar espacios para el trabajo colaborativo, para pausas saludables, para que el profesor pueda investigar y reflexionar sobre su práctica e innovar en sus aulas. Esto es algo que se debe tener presente considerando que la Ley 20.903 de carrera docente lo establece de manera explícita (artículo 19).

De este modo, estaremos avanzando en la anhelada promoción del desarrollo integral de los niños y niñas de nuestro país.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado